capitulo 8

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"Como aun que queramos, a veces, no es tan fácil olvidar"

…Continúa el flashback…

Keitlyn.

Cuando llegué al hall me encontré de frente con todos mis amigos los traidores, que esperaban que Harley y yo apareciéramos, Neil era el que parecía más nervioso ya que estaba sentado en el suelo hasta que aparecí yo que se levantó como un huracán y camino hacia mí. Pero no estaba por la labor de colaborar.

-Keit, ¿Qué has hecho?- me preguntó siguiéndome mientras yo salía a la noche y caminaba a paso rápido hacia mi cabaña.

No le contesté, esperaba que con eso entendiera que no tenía ganas de hablar con él y que de mí no iba a conseguir nada.

-Espera, por favor, hablemos- me dijo interrumpiéndome el paso.

No se oía ni una voz en el campamento excepto sus gritos, no había nadie a nuestro alrededor.

-Neil, déjame pasar- le advertí tranquila.

-No, de eso nada, tenemos que hablar- me dijo parándome y poniendo sus manos en mis hombros.

Yo me zafé de su agarre y seguí caminando.

-Por favor, para, por favor, lo siento, creímos… creí… que quizá… pensé que era la única forma- me dijo con los ojos llorosos.

-No te atrevas a llorar ahora Haden, no te atrevas porque eso sería el colmo del egoísmo- le dije intentando que sus lágrimas no me afectaran.

Él se las secó con el dorso de la sudadera pero no se separó de mí.

-Hablemos, lo necesito- me dijo intentando pararme de nuevo.

-¿Lo necesitas? ¿Y qué hay de lo que necesito yo? ¿Veo que en eso no has pensado?- le dije enfadada parándome durante un momento y siguiendo cuando acabé de decírselo.

Habíamos llegado al espacio de las cabañas, entré en la mía y encendí la luz, Neil pasó tras de mí y se movió por toda la habitación siguiéndome nervioso y hablando todo el rato. No pararía hasta hablar con él. Pensé en la única manera de que lo dejara estar por el momento:

-Rommel, salga inmediatamente de mi cabaña y no vuelva a hablar conmigo hasta nuevo aviso, es una orden- le dije.

Él se quedó petrificado mirándome sin llegar a entender cómo podía haber malgastado mi petición con eso.

-Ni de coña, eso solo es un juego, nuestra amistad es más importante que eso- me dijo sin cumplir el mandato.

-Neil Haden, no me obligues a despertar a un monitor para decirles que no quieres cumplir la orden- le dije mirándole a los ojos que aún tenía rojos y algo hinchados.

Los dos nos miramos unos segundos, que parecieron eternos, nunca jamás nos habíamos enfadado ni llegado a esos extremos, nunca me había ido a la cama enfadada con mi amigo, siempre uno de los dos llamaba al otro para solucionar las cosas, y por una milésima de segundo estuve tentada de pedirle perdón y darle un abrazo, pero rechacé ese pensamiento de mi cabeza y seguí con la fuerza suficiente aguantando las embestidas a modo de lágrimas de mi amigo.

Él permaneció manteniendo mi mirada un rato más y al final agachó la cabeza y salió de la cabaña echándome una última mirada llena de culpa y miedo.

Me quedé sola y me senté en la cama mareada, no me podía creer lo que acababa de pasar, estaba triste, necesitaba a mi amigo, lo necesitaba, tenía que contarle lo que había pasado, cómo me sentía teniendo a Harley de nuevo a unos metros de distancia y no a kilómetros como hasta ahora había ocurrido, tenía que perdonarle y que me perdonara. Pero, si habíamos llegado a ese momento era en parte por su culpa, por hacer las cosas a lo loco sin consultar a los verdaderamente afectados.

The Story Of Our LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora