[ JJK ] Blood Ink ✔️ TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL

70: Promesa De Meñique

No sé lo que me ha pasado.

De repente estoy ardiendo.

Llega de forma abrupta, como una inundación repentina en mis entrañas, o un caldero de brujas burbujeante de calor.

Jungkook está despierto.

De alguna manera, mientras me pongo de pie, me las arreglo para golpear a Hoseok a un lado para que caiga en la cama.

Él me mira boquiabierto mientras yo me lanzo hacia él.

De alguna manera, mientras salgo por la puerta, Yoongi acaba salpicado contra la pared para apartarse de mi camino.

Parpadea ante la agresividad de mis pasos.

Me precipito por el pasillo, con pisadas fuertes y los brazos balanceándose a los lados.

Como si estuviera en un ataque.

Al igual que Jungkook irrumpió en mi puerta hace tiempo, para cuestionar por qué había sido liberado de la Sala Blanca.

Pero esta vez, yo soy el toro enojado.

Namjoon está junto a la puerta de la habitación de Jungkook, con su brazo roto envuelto en un cabestrillo y escayola. Él ve mi paso ardiente y se aparta del camino.

Irrumpo en la habitación de Jungkook.

Junto a la cama está Jin, inclinado sobre una figura tranquila cuya parte superior del pecho está envuelta en vendas. Las manos de Jin se afanan en volver a envolver otra venda en el antebrazo izquierdo de la persona.

Recuerdo haber palpado esa herida y haber visto el rojo intenso de su sangre en las yemas de mis dedos.

Jin levanta la vista cuando entro pisando fuerte y se gira hacia un lado para revelar que la figura envuelta en la momia es la persona que he estado buscando.

Jungkook está tumbado, cansado y cetrino, con una vía en el brazo. Unos ojos negros y apagados me miran desde su pelo oscuro y sin lavar. Sus labios no son tan oscuros como los normales; de hecho, está desteñido, como si el color se hubiera borrado de su piel y ahora fuera un trozo de papel en blanco. Sus tatuajes son intensos y abrumadores frente a su aspecto abatido.

Pero está despierto.

Está vivo.

Intenta sonreír.

Empiezo a gritarle.

"¡Estúpido!" grito. Sin que mi mente me lo pida, mi mano se levanta, señalando con el dedo en señal de condena al hombre que yace indefenso ante mi. "Eres un idiota. ¿Cómo has podido ir y dejarte disparar? Sinceramente, eres tan..."

"¡Oye!" Jin se interpone entre nosotros y se pone de pie con los pies apoyados, ensanchando los hombros para convertirse en una venerable fortaleza. "¡Deja de gritar! ¿Cómo va a mejorar si estás gritando tan fuerte como para reventarle los tímpanos?"

Gruño con frustración y enrosco mis dedos en forma de garras. Me tiemblan las palabras que quiero decir.

"______," empieza Jungkook, pero yo con una mano en el aire le corto el paso.

No puede hablar ahora, tiene que escuchar.

Tengo mucho que contarle.

Todo el miedo que se desató en mi interior mientras miraba su figura arrugada, toda la angustia que me aplastó en fragmentos de dolor cuando lo creí muerto.

Él tiene que escuchar, y sentir lo que yo sentí, y saber qué es lo que corre por debajo de todas las palabras furiosas, qué es lo que las obliga a subir y salir de mi con tanto vigor.