📖SESENTA Y NUEVE📖

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Luego de que mi madre se despidiera de mi, Mikasa y Armin nos hicieron reanudar la marcha a la escuela. Una vez en la puerta, también se despidieron de nosotros y nos observaron ingresar al edificio.

-asi que tu mamá tiene una junta hoy, ¿sobre qué? - quizo saber Carla.

Kikyō qué cómo siempre se mantuvo callada, también pareció interesada por mi respuesta y aceleró el paso para poder escuchar mejor.

-sobre el acervo del país, quieren moverlo a la ciudad subterránea - explique superficialmente.

-¿eh? ¿Qué no ese lugar está lleno de mafiosos y eso? - pregunto Carla sorprendida.

-y por eso mi mamá está tan molesta, ella lo sabe y no quiere tener que mover todo allá abajo - coincidí.

-históricamente es el sitio más seguro de todo el país - añadió Kikyō pensativa - luego de que los anteriores reyes quisieran borrar todo recuerdo de la historia nacional, si la Reina quiere evitar eso, no hay menor opción que resguardar los documentos.

-¿y estarán seguros en la ciudad subterránea? - insistió Carla.

-posiblemente, a los criminales no les interesan los libros y archivos, a menos que sea de como hacer dinero fácil - explico Kikyō absolutamente segura de lo que decía. - y a quienes si les interesa eso, temen demasiado a la ciudad subterránea para acercarse. Así que si, es el lugar más seguro.

-¿por qué siento que tu lo sabias desde hace tiempo? - dije mirándola con sospecha. - y que sabes más de lo que dices, a decir verdad.

-¿hoy los tres iremos con Hange después de la escuela, no? - pregunto Kikyō.

-¿eh? ¿Ustedes también? - dijo Carla sorprendida.

-nuestros padres se van a reunir para recapacitar sobre qué informacion nos pueden dar a conocer y que no - explico Kikyō - deben presentarle a la Reina un reporte sobre ello, lo que diga ese reporte decidirá que información se almacenará en la ciudad subterránea y cual será de dominio público para las escuelas.

-ya entiendo - dije asimilandolo todo - como Hange no tiene hijos, no tiene un criterio sobre la información que debe ser apta para nosotros, por ello ella nos cuidara hoy.

-exacto - confirmó mi amiga Arlert.

-asi que, después de todo, nuestros padres si deciden que censurar incluso en la escuela - se quejo Carla.

-casi todo... - negó Kikyō, hizo una pausa y añadió - la sección de la biblioteca que no pudismo consultar el año pasado, contiene cosas dirigidas a profesores, entre ellas parte de lo que censuran.

-bueno, eso nos lleva al inicio, tenemos que planear, cuando y cómo investugaremos el lugar. - dije, divisando a lo lejos a mi amigo Niggel - pero primero, esperemos a ver el nuevo ambiente escolar y adaptemosnos a el.

-pan comido - afirmó Carla y luego agitó los brazos - ¡Niggel! ¡Hola!

Y sin decir mas, corrió al encuentro de nuestro compañero, el cual acortó la distancia a la mitad para llegar a su lado.

-claro, para ella es fácil, hablamos de Carla Ackerman-Jeager - dije exasperado.

Kikyō sonrió divertida, la tomé de la mano y la arrastre conmigo hasta donde Niggel.

-¡Kai! ¿Sabias que estamos en el mismo grupo? - pregunto Niggel emocionado cuando llegue a su lado.

-¿de verdad? Será un caos de nuevo -asegure.

-nah, solo lo normal - se negó mi amigo.

Carla comenzó a bombardear de preguntas a Niggel sobre algún experimento que debió intentar en vacaciones, lo que me llevó a deducir que seguramente, el accidente del incendio de la casa del perro que menciono el señor Vital había sido plan de mi amiga. Si, con eso confirmaba que el año sería todo menos tranquilo.

Mire a Kikyō, recordando de pronto que ella era un año menor que nosotros.

-¿en que clase estas? - le pregunté por debajo del escándalo de Carla y Niggel.

-en el A...

-¿A? - mire por los pasillos.

Al instante de entrar en la escuela te encontrabas con un largo pasillo, que poco más adelante daba a las escaleras para acceder al siguiente piso. Era un edificio bastante raro, pero con el tiempo me acostumbre a ello. A lo lejos divisé mi salón y justo en frente el de Kikyō.

-¡oh, estaremos frente a frente! - le dije emocionado, normalmente su clase de ella siempre estaba en otros pisos - podremos pasar por ti en los descansos...

La campana que anuncia el inicio de clases me interrumpió a media oración. Carla soltó un bufido y se fue caminando con Niggel, mientras yo seguí con Kikyō y la despedí en la puerta de su clase.

Mis dos amigos y yo, buscamos asientos libres junto a la ventana, pero en lugar de irnos al fondo, optamos por un lugar céntrico donde no llamaríamos demasiado la atención (lo cual era imposible). No mucho después de sentarnos, entró el profesor que nos daría clase todo el año, se trata ni más ni menos que de Windell Forst, un joven profesor que hasta el año pasado había sido suplente y que de hecho en alguna ocasión me había dado la mejor clase de historia, sólo detrás de las clases de Armin.

-buen día, clase, yo soy Windell Forst, seré su profesor este año - saludo anotando su nombre en el pizarrón, luego volteo a ver a la clase y sonrió - me alegra ver un par de rostros conocidos...  Para comenzar pasaré asistencia, mientras tanto saquen su libro de lengua.

El salón se sumió en un murmullo de mochilas deslizándose y un par de azotones de alguno que otro libro sobre las bancas.

-¿Ackerman? - dijo el profesor.

-¿cuál de los dos? - pregunte al unísono con Carla.

Carla en realidad debía ser Jeager, pero Mikasa había creído que no muchas personas estarían felices con lo que Eren habia hecho, así que para evitarle problemas a sus hijos dejaron el apellido de ella. Lo cual en estos casos era todo un problema y en las veces en que Carla se metía en problemas también me mandaban llamar confundiendose de Ackerman o creyendo que somos hermanos.

-cierto, tenemos a dos tercios del problema - dijo Windell con una sonrisa apenada. -... Mmm... Bien primero, Arai y luego Jeager.

-uh, dijo el nombre prohibido - se burló la propia Carla.

-eso no es lo sorprendente - le respondí girandome sobre mi propio eje. Detrás mío estaba Carla y delante Niggel. - lo sosprendente esque tu seas la personificación de lo prohibido.

-pero mira que sabiondo me saliste - se quejo ella mostrándome la lengua.

-Ackermans' al menos esperen a que avance el día de clase - nos freno Windell.

El salón estalló en risas. ¿Un año tranquilo? En que momento llegué a esperar uno. Sonreí y me voltee a mi sitio, el profesor continuó pasando lista y luego la clase comenzó finalmente.


Levi's diaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora