Prólogo

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Valentina Cisneros

La vida siempre me demuestra que tiene su lado dulce, aquel en el que nos sentimos plenos y felices, vemos todo a nuestro alrededor color de rosa, y no es para menos cuando tenemos una familia unida, unos padres amorosos que siempre están allí en tus momentos buenos y malos, unas hermanas que lo son todo para mi y yo para ellas, las cuales me aseguran que nunca estaré sola, al igual que unos mejores amigos de años los cuales para mi también forman parte de mi familia, y lo que me hace sentir completa es mi novio, cuando estoy con el siento que no me falta nada mas, además siempre he sido buena en clases y ahora gracias a ello me encuentro cursando mi segundo semestre de periodismo y fotografía en el Miami Dade College con tan solo 18 años.

Una vida maravillosa ¿no?

Pero esta no siempre es así de bella, siempre querernos mostrar lo mejor ante el mundo creando grandes expectativas de la vida, por eso ocultamos el lado oscuro, ese que llevamos por dentro, pero ¿cómo puede alguien que aparentemente lo tiene todo pensar que está totalmente perdida y que lo mejor es ponerle fin a su vida?

Pues la respuesta es muy simple, así como la vida nos enseña su lado rosa, en algún momento de nuestra vida conocemos su otra faceta, aquella que no es tan agradable y que nadie quiere vivir, pero bien dicen que las personas están hechas de los errores de los cuales aprenden a ser mejores y las hacen más fuertes, la verdad yo pienso que es totalmente cierto, todos tenemos que pasar por momentos amargos que tarde o temprano llegan.

Podemos pasar de vivir el mejor momento de nuestras vidas, a estar hundidos en un hueco sin salida.

Así me siento, mi vida pasó de ser extremadamente dulce a terriblemente amarga en un abrir y cerrar de ojos, ahora me encuentro en un gran desafío y en el cual me siento cada vez mas perdida...

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Chanti 💕

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