Tutorial sobre cómo entrar en una escuela de héroes sin que te pillen.

¿Cómo encajar en una escuela cuando llevas sin ir unos dos o tres años?

Me miro en el espejo y me veo a mí, pero a la vez veo a otra chica. Himiko Toga tiene el pelo rubio recogido en dos moños y los ojos amarillos; Himiko Nakamura tiene ojeras, los ojos morados y el pelo también, aunque ahora lo lleva suelto y casi sin peinar. Al principio pensé que me iba a costar años acostumbrarme a mi nuevo look, pero solo han pasado unas pocas semanas y ya me gusta casi más el aspecto de Nakamura que el de Toga. Un bonus es que ahora me parezco más a Hitoshi, porque se supone que somos gemelos.

Voy hacia el armario y sonrío mientras me pongo el uniforme de la UA. No se parece en nada al conjunto escolar que solía llevar antes. La camisa blanca está perfectamente planchada, la falda gris no tiene ni un solo pliegue, la chaqueta me queda perfecta y los calcetines largos no se me caen. Además, ahora Magne y Míster me han enseñado a atarme bien la corbata.

Doy un par de vueltas sobre mi misma y me rio. Esta noche casi no pude dormir por los nervios, pero ahora que falta menos de media hora para que empiecen las clases me siento tan segura como siempre.

 -¡Himi! ¡Vamos a llegar tarde! -Hitoshi aparece en mi puerta. Él también está vestido con el uniforme de nuestra nueva escuela, pero no parece estar tan contento como yo. Se está frotando el cuello, como siempre que está inquieto.- Si llegamos tarde el primer día nos harán preguntas. Si nos hacen preguntas nos pondremos nerviosos y sospecharán. Si sospechan... -estoy segura de que mi hermano falso es capaz de seguir así todo el día, así que decido interrumpirle.

 -Sí, sí, lo que tú digas, Toshi -lo agarro por la muñeca y lo arrastro por el pasillo.- Pero no vamos a llegar tarde, puedes estar tranquilo.

 -Mocosos, como sigáis así vais a llegar tarde -Dabi está tirado en el sofá de lo que llamamos salón.

 -¡Cállate! ¿No ves que Toshi está nervioso? -señalo a mi mejor amigo, que me fulmina con la mirada.

 -¡No estoy nervioso, idiota!

 -Lo que tú digas.

 -¡Ahí están! ¡Nuestros héroes en entrenamiento! -Magne aparece de la nada, con una cámara en la mano.- Venid, os voy a sacar una foto.

 -Hazlo después de clase. Van a llegar tarde -Tomura la aparta a empujones para acercarse a nosotros.- Toga, cuéntame quiénes sois.

 -¿Por qué yo y no Toshi?

 -Porque sé que él se lo sabe perfectamente, y que tú no.

 -¡Oye! Bueno, vale. Somos Himiko y Hitoshi Nakamura. Somos gemelos. Tú eres Tenko Nakamura, nuestro hermano mayor y nuestro tutor legal. Nuestros padres murieron en un accidente de tráfico cuando éramos muy pequeños. Y eso es todo, ¿contento?

 -Sí -Shigaraki sonríe y nos alborota el pelo a los dos.- Tened cuidado, ¿vale, chicos?

 -Siempre tenemos cuidado -resopla Hitoshi, y yo asiento con la cabeza.

 -Muy bonito y todo eso, pero os quedan veinte minutos -Míster nos da nuestras mochilas y nos empuja hacia la puerta.- Kurogiri, ¿te importa? -un portal se abre delante de nuestras narices.

 -Pasadlo bien -nos dice el hombre-nube.- Y recordad: haced amigos, cuidado con los héroes profesionales y no matéis a nadie.

 -Lo sabemos, lo sabemos -le aseguro yo.- ¡Hasta luego, chicos! -y pasamos a través del portal.

Aparecemos en un piso que está más o menos a unos diez minutos de la UA. Sensei ha comprado todo el edificio, en el que afortunadamente no vivía nadie, para que podamos decir que esa es nuestra casa si hace falta.

Hay una máquina expendedora en la acera de enfrente, así que compramos ahí nuestro desayuno (café para Hitoshi y un donut para mí), antes de empezar a caminar hacia la escuela.