Destinados [IronStrange]

I

Anthony Stark caminaba por las pasillos entre risas y comentarios junto con sus amigos Virginia Pots y James Rhodes. Como siempre al caminar por los pasillos del Instituto las miradas eran puestas sobre el jóven heredero de la familia Stark, no sólo por su dinero si no también porque era bastante popular por su inteligencia y carisma.

— ¡Lo digo en serio! ¿Cómo pudiste sacar tan buena nota en el exámen sorpresa? ¡Era un exámen sorpresa! — habló Pepper.

— No lo sé Peps, tengo buena suerte.

— Cambiando de tema, ¿Escucharon que una Alfa de primer año encontró a su destinado aquí en la escuela? — esta vez preguntó Rhodey.

— ¡Es verdad! Que envidia, no todas las personas cuentan con una. Ojalá yo al menos tuviera la posibilidad de tener una, pero eso es solo para Alfas y Omegas, que injusto. — se quejó Pepper.

— Oye, yo soy un Alfa y no tengo destinado, es raro que hoy en día hayan personas con uno.

— Chicos, en serio no creo que importe, digo, hay millones de personas en todo el mundo y la probabilidad de encontrar a tu pareja destinadas son casi nulas.

— Tal vez, pero las une el destino así que se deben encontrar tarde o temprano, tú encontrarás a tu pareja destinada Tony, ten paciencia.

— ¡Oh, vamos! Tal vez los médicos, mis padres y yo nos equivocamos y no tengo una, e incluso si la tuviera jamás podría encontrarla, además incluso si la encontrase no podría sentirlo porque-

Las palabras del genio fueron interrumpidas cuando chocó contra el cuerpo de alguien más alto por caminar hacia atrás y sin fijarse logrando que cayera al suelo.

— ¡Tony!

— Ay.... Maldición. — Stark se levantó del suelo con las rodillas adoloridas y fulminó con la mirada al culpable de su caída quien ni siquiera lo ayudó a levantarse o pidió disculpas. — No he escuchado que te disculpes.

El contrario soltó algunas feromonas debido al enojo pero pronto se controló y miró fijamente al más bajo.

— Anthony Stark, ¿verdad?

— Ajá, ¿Ya te disculpas?

— No tengo porque hacerlo, fuiste tú quien iba caminando de espaldas y no se fijó, quien debería disculparse es otro.

— ¡Oye idiota! Eres un engreído, ¿sabias?

— Tony, ya en serio... Solo vámonos. — intentó calmar a su amigo debido a que las personas comenzaban a mirar y acumularse a su alrededor. Un profesor no tardaría en llegar y se meterían en problemas.

— Strange, vámonos. — habló el acompañante de Stephen. Un beta relleno y bajo. Tony fijó su vista en Stephen y suspiro.

— Como sea, no quiero tener problemas, adiós.