LOVE FOR FREE | JinTae

𝐿𝒪𝒱𝐸 𝐹𝒪𝑅 𝐹𝑅𝐸𝐸

─ SeokJin, deja de meterte en mi puta vida.

─Claro, es muy fácil decirlo para ti. Pensé que habías cambiado, que por fin ibas a dejar el mundo del striptease, pero no, solamente soy un idiota enamorado pensando que su amante va a cambiar su estilo de vida por mí ─la sangre le ardía por las venas, estaba enojado.

SeokJin era muy paciente con TaeHyung, lo era y de verdad estaba decepcionado de él, pero no más que de sí mismo por haberle creído las estúpidas promesas que acababa de romper el menor.

Y siempre era la misma historia, la misma que le causaba un mal sabor en la boca, la misma moraleja, el mismo final, y el inevitable destino que los unía, una y otra vez.

Pero ¿Cómo habían llegado a esto? Bien, como ya lo había mencionado antes, TaeHyung era parte del mundo del striptease y SeokJin, bueno, un cliente regular que sin querer terminó enamorándose de él.

Todo había comenzado hace un par de años, SeokJin solía ir bastante a ese club, pero más que todo a distraerse un poco. Acababa de terminar una relación que lo había dejado devastado y sólo quería desahogarse del dolor que cargaba en el alma bebiendo alcohol.

No estaba en sus planes enamorarse perdidamente del hermoso chico que bailaba espectacular en un tubo, mientras todos los hombres a su alrededor le tiraban billetes y le gritaban piropos sucios. No tenía planeado enamorarse de ese chico tan misterioso y coqueto.

Ese mismo día tuvieron su primer encuentro y el que lo hizo perder la cordura. Imaginarse al menor debajo de él, respirando agitado y pidiendo más y más, mientras él se lo daba, era un momento que quería repetir y lo hizo. Sus encuentros se volvieron costumbre para ambos, y claro, lo disfrutaban.

El mayor le prometía amor eterno a TaeHyung y él prometía dejar el striptease, pero siempre lo encontraba en el club bailando. Y ya no era suficiente para SeokJin ir a buscarlo al club, tenía que estar comunicándose con sus amigos los cuales le decían que lo engañaba sobre dónde estaba cuando le decía que saldría a caminar.

Siempre le terminaba mintiendo, huía de SeokJin. Lo amaba, pero no quería enamorarse de él, más de lo que ya estaba.

Le era imposible dejar el club, amaba el dinero y el poder que tenía en los hombres, faltaba decir que con un poco de sonrisas coquetas y bailes sensuales podía sacar lo que quisiera de sus espectadores, era ambicioso, malditamente ambicioso.

SeokJin ya se estaba cansando de esto, ya no eran reclamos, eran peleas las que tenían cada vez que se veían. Y ya no sabía si podía seguir soportando todo eso, ya no quería. Había intentado separarse del menor, pero siempre regresaba a él, porque le prometía dejar ese tipo de vida, y siempre le terminaba creyendo.

─Yo también estoy cansado de esto, SeokJin. ¿Crees que realmente es fácil para mí dejar todo?

─Sí, porque lo es, TaeHyung. Me has prometido tantas veces dejar esa vida que tienes y te importa una mierda lo que se supone que somos. Ya ni siquiera sé cómo clasificar esta relación. ─ La voz de SeokJin se quebraba y en su cara se podía ver que estaba frustrado.

─Si ya sabes que no haré un carajo al respecto y que siempre te terminaré mintiendo sobre esto ¿Por qué quieres seguir intentando que esto funcione? Déjame. ─No era la primera vez que se lo decía y claramente sabía que eso hacía doler el corazón de SeokJin, se negaba a olvidarlo.

─¡Porque estoy malditamente enamorado de ti! Porque desde que te conocí sabía que mi vida podría terminar siendo lo que es hoy en día y aun así tomé el riesgo.

El menor no se tardó en posar sus labios en los del otro con agresividad. Amaba sentir sus labios gruesos sobre los suyos y SeokJin no tardó mucho en corresponder el beso. Siempre terminaban teniendo sexo después de una pelea, ya no era novedad para ambos y les gustaba, después de todo, era como su reconciliación.

SeokJin rodeó posesivamente sus brazos en la cintura de TaeHyung apegándolo hacia él. La lengua del más alto comenzaba a ser intrusa en la del otro, chocando de manera obscena sus bocas. El aire comenzaba a faltar, pero las ganas de continuar esa candente sesión de besos les atraía más.

Comenzó a dejar besos en su cuello, y el más bajo jadeó ante la sensación, su respiración comenzaba a agitarse. Besaba, lamía, mordía y succionaba su cuello con descaro, y el otro lo tomaba del cabello para que continuara haciendo su trabajo. Era una de las partes más sensibles de TaeHyung y amaba verlo tan sumiso cuando decidía jugar con sus partes erógenas.

El pelo azul levantó la cara de SeokJin de nuevo y volvió a besarlo, mientras empezaba a meter sus manos dentro de su camisa y acariciaba su abdomen.

─Mmm ─dijo TaeHyung. ─¿Has estado haciendo ejercicio?

─Sé que te gusta que haga.

─Me encanta.

El mayor decidió apoyarlo contra la pared y seguir con lo que estaban y sin previo aviso colocó su rodilla en el bulto que comenzaba a formarse en los pantalones del otro, frotando descaradamente para provocar algunos jadeos o gemidos, los cuales escuchó con éxito.

No se tardaron mucho cuando ambos ya estaban tirados en la cama, SeokJin encima del menor, mientras le arrancaba las prendas, una por una.

Bajó el pantalón de su amante y comenzó a fingir estocadas, algunas duras, otras delicadas, mientras se escondía de nuevo en su cuello, para dejar nuevas marcas en este. TaeHyung ante el roce solo gemía de la excitación que tenía. Le gustaba que SeokJin jugara con él antes de comenzar el verdadero juego.

Quitó su ropa interior, la cual fue aventada por algún lugar de la habitación, al igual que las otras prendas, y se metió entre las piernas del de baja estatura y las colocó alrededor de su cintura. De una sola estocada se adentró en su intimidad y el menor no se tardó en dar un pequeño grito como respuesta.

Las estocadas comenzaron a ser más duras y precisas y como era de esperarse, TaeHyung sólo pedía más y más de él, y siempre se lo daba. Porque le encantaba ver a su amante tan rendido y sumiso.

Le excitaba escuchar el sonido que hacían sus cuerpos cuando salía y entraba en él, ver el sudor de la frente de su amante cayendo lentamente, amaba todo eso.

─Dime, cariño. ¿Los demás pueden dar esto cuando yo puedo darte amor gratis? ─Dijo SeokJin. TaeHyung ni siquiera era capaz de poder articular una palabra del placer que sentía. ─Dímelo.

─No, Seok-ah. ─contestó cuando el mayor volvió a entrar.

─Entonces deja esa vida por mí. —El pelo azul al escuchar esa frase, que siempre le repetía, se sintió aún más excitado y decidió enterrar sus uñas en la espalda de SeokJin, dejando pequeñas heridas en esta.

─Lo haré.

Unieron sus labios por última vez y terminaron su velada en esa oración. No mucho se tardaron en llegar al climax y ambos correrse juntos. Después de todo, era adictivo vivir la misma escena una y otra vez.

Baby, come and work for me 

I can give you love for free, yeah.

Gracias a @unbyunin por permitirme adaptar su historia ♡