Un mes antes de la desaparición de Mark.
Ansioso, Donghyuck revisó la hora en su reloj de muñeca. Eran las diez menos cuarto de la noche y llevaba desde las nueve y media esperando a Mark quien le pidió que se encontrasen en esta cafetería porque había algo que quería decirle.
La incertidumbre de lo que podría llegar a contarle le estaba poniendo nervioso. Mark no era mucho de hacer esperar, tampoco de guardarse algo cuando tenía que decirlo. Por lo general siempre gritaba a viva voz sus secretos, al menos con él, era tan transparente que básicamente no le ocultaba nada. Mucho menos solía llegar tarde, era bastante puntual, por lo que supuso que, lo que sea que fuese a decirle, sería bastante importante.
Tal vez se le confesaría... y entonces sus sentimientos serían correspondidos, pero descartó al momento la idea. Tenía que dejar de fantasear sobre aquello, no era correcto. Mark era su mejor amigo, y así debía quedarse... aunque en el fondo no lo quisiese.
Su amigo llegó cinco minutos después. Usaba tapabocas, pero aun así Haechan pudo ver su sonrisa gracias al encoger de sus ojos. Alzó la mano para que lo divisara y al hacerlo, Mark se sentó junto a él. Colocó ambas manos entrelazadas sobre la mesa, su pierna comenzó a subir y bajar con nerviosismo.
—Dímelo ya, se ve que te mueres por hacerlo —dijo, contagiándose de su sonrisa.
Mark se quitó el cubrebocas y efectivamente, estaba sonriendo. Se relamió los labios y miró al costado, como avergonzado.
—Me darán una canción en solitario. —La sonrisa se le expandió de tal manera que cubrió la mitad de su rostro.
—¿De verdad? —Haechan abrió sus ojos con asombro. Y al verlo asentir con la cabeza, se alegró—. ¡Eso es genial! ¡Me alegro por ti!
Ambos rieron de la emoción.
—Mañana comenzaremos a producir la canción, y el próximo mes la grabaremos.
—¿Mañana? ¿Y te darán la oportunidad de participar en la composición?
—Sí, tendré gran parte de la participación en su creación.
Haechan abrió su boca con impresión.
—Mark, ¿te das cuenta de la oportunidad que te acaban de dar? ¡Es literalmente lo que soñaste desde un principio! —De la emoción no pudo contenerse y posó su mano sobre las de Mark las cuales seguían sobre la mesa.
—Sí... De verdad que sigo sin poder creérmelo. —Bajó la mirada hasta ambas manos y entonces Haechan se dio cuenta de lo que estaban haciendo.
Rápidamente apartó sus manos del mayor y las dejó sobre su regazo. Apretó sus puños de la vergüenza, reprochándose internamente por haberse dejado llevar. Hubo un silencio demasiado ruidoso para él, seguramente se dio cuenta por su reacción tan obvia y sus orejas que siempre se enrojecían cuando estaba avergonzado. Le dio un sorbo a su café para disimular y miró a su alrededor para asegurarse de que nadie los estuviese viendo.
—Te lo mereces, muchísimo. De verdad —dijo por fin cuando pudo recomponerse.
—Gracias. Ojalá algún día sea tu turno también. Sabes que hemos luchado por el mismo sueño juntos —dijo él, mirándolo con una sonrisa un poco más floja. Sus ojos profundos se posaban sobre él, y Haechan tuvo que fijar su vista sobre el café para controlar sus nervios. Mark realmente provocaba cosas en él que no era capaz de controlar, y es como si lo supiese, porque cada vez que decía este tipo de cosas lo hacía mirándolo de esa manera... y definitivamente él no era tan fuerte como para soportarlo.
—Aún me queda mucho por aprender... No me he esforzado tanto como tú.
Y era cierto. De todos los años que lleva en la industria ha aprendido relativamente poco comparado con otros miembros, comparado con Mark. No estaba preparado para un proyecto en solitario aún, necesitaba pulir sus habilidades al máximo primero, y quizás, ser un poco más seguro de sí mismo, y también, mejorar su condición que muchas veces lo mantenía estancado.
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desvanecido
Fanfiction❝Esto no es un juego. Su carrera se arruinará. Uno desaparecerá, Y un culpable habrá. ¿O podrían ser más?❞ El grupo NCT no ha dejado de romper récords desde que el quinto año de su carrera comenzó. Sin embargo, en medio del auge de su carrera, l...