EITHAN

II

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Se escuchaba un terrible llanto a lo lejos. Era la lluvia quien al ver al pequeño lastimado se sentía culpable y no sabía como remediarlo. Enseguida se acercaron las nubes a darle consuelo. ¡Todo estará bien, ya verás, el pequeño es fuerte y cálido como el Sol!
Lluvia inconsolable siguió llorando provocando un fuerte aguacero en la Tierra.
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Angustiados y cansados permanecían tres personas en la sala de espera; El padre, la tía y la abuela del hermoso bebé.
Quienes esperaban impacientes noticias buenas.

Se comenzaron a escuchar rezos y súplicas con destino al cielo pidiendo por el bien del pequeño.
Las estrellas preocupadas no dejaban de vigilar al retoño.
La Luna al ponerse en pie le pedía nuevas noticias al Sol quien sólo negaba con la cabeza y ocultaba su resplandor.
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¡Ya salió, ya salió! Gritó una estrella, revoloteando por todo el cielo.
Todos alegres prepararon un ritual donde al unir sus buenas vibras crearon unos hermosos lazos de colores en el cielo. En honor al angelito que con tan sólo un día de nacido había superado el obstáculo.

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Al salir del hospital todos querían conocerlo. Y así fue. Visita tras visita igual que en el cielo, todos se reunían para verlo.

¿Qué miras tú? Preguntaba la estrella más chica ya que su hermana mayor no la dejaba ver bien. -El bebé está precioso, toda su familia lo adora. Aseguraba ella.

La Luna al salir cada noche a adornar el cielo, le preguntaba al Sol ¿Crees que el esté mejor? -Dios quiera, respondía él mientras se recostaba para descansar.

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Buenas noches. Aquí el segundo capítulo. Nuevamente les pido su apoyo y opinión. Y muchas gracias por tomarse el tiempo de leer.