Cap9- Origen de la Cabaña 2

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–3 Días antes del suceso y -15 horas restante para el siguiente día.

Elena García

Tae está en un columpio balanceándose, tiene una gran sonrisa y me observa con gran pasión.

Es muy tierno.

Por un momento, mi corazón se siente con paz, una tranquilidad que él me lleva. El lugar es pacífico, nunca lo había visto, ¿En que momento llegué aquí? La pregunta se repetía en mi mente, pero, una gran brisa me rodea soltando mi cabellera y Tae se detiene con la intención de besarme, haciendo que mis pensamientos se callen y me pierda en sus ojos, esta fantástica realidad me gusta.

Me preparo para aquel momento, su beso es algo tierno y delicado pero pasional, su rico aroma me lleva a otro mundo.  Me toma de la cintura y yo cuelgo mis brazos en su cuello, no nos detenemos, sin embargo, estamos caminando lentamente hasta llegar a un árbol, alto, con muchas hojas y su color resplandece es lo que puedo lograr observar, nos caemos lentamente al pasto, él toca mi rostro con suavidad y las hojas caen lentamente decorando el hermoso paisaje de amor que tenía el ambiente, todo es tan romántico que no se cómo descifrar tanta emociones.

Toco sus hombros y...

–Elena despierta.

Una voz...

Pero los besos de Tae hacían desviarla, yo quería seguir besándolo, llenando un vacío que los dos tenemos.

–Elena no es real, la realidad es que debes despertar– esa voz fue muy suave como si fuese yo que estuviese hablando, pero... ¿Cómo?

Detuve esa escena y todo se congeló, no entiendo cómo puedo tener tanto control en un sueño, ¿todo fue parte de mí?

Mi inconsciente quiere esto pero también se protege y ahora debo volver. En algún momento Tae estará conmigo pero si seguimos así, ninguno de los dos estará vivo para contarlo.

El amor se trata de ver por el otro, su bienestar, su paz, Tae lo merece, yo aún debo lidiar con mis pesadillas.

Es hora de volver.

Abro mis ojos de un sueño que no quería despertar. Un sueño que no se si algún día se volverá realidad. Trato de ver pero todo está claro, ese rayito de luz hace que no vea con claridad y un ruido afecta mis oídos haciendo que... estoy en una...  mi visión se repone cuando alguien cierra la ventana impidiendo que la luz de aquel sol entrara en la habitación.

Observo a un chico que está en una ventana mirándome.

–¿Dónde estoy?– pregunto confundida y con un dolor de cabeza.

– Te dieron un leve golpe en la cabeza, solo para protegerte.

–¿Protegerme? Ja– me burlo de su cinismo– ¿En serio Timothy?  Deberías...

– ¿Debería que? Mira Elena, estabas sola en ese lugar, ¿acaso tú mamá sabe que estabas por acá?

El chico de la ventana era el hermano de Tae, ya lo conocen, que suerte la mía que era él. ¿No pudo ser Tenji o el mismísimo Tae? No digo que me la llevo mal con él, pero su actitud fría, controladora y un poco autoritaria, hace que lo ignore y le falte el respeto.

– No soy la niña que podía proteger, para tu información soy de la agencia, he entrenado fuerte y que seas un Darkhorse no te da el derecho de hacer esto.

– Si, he visto que has entrenado con mi hermano, veo el apoyo mutuo, pero ahora él está desaparecido. ¿Lo sabías?– noté la ironía– Tae está buscándolo desde que se fue con ciertas personas– me observó con descaro– o, ¿me vas a decir que no estuvo contigo?

La Cabaña 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora