❤️ Día #4 ❤️

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Ir a la escuela era algo que le gustaba.

No le daba mucha vuelta a eso de sacar altas notas hacia lo que podía y si había algún tema que le daba curiosidad le preguntaba a alguno de sus hermanos.

La escuela no era un problema para él, le parecía muy divertido y entretenido.

Cada dia era una nueva aventura para él y ese dia no sería diferente. Ya estaba pensando en que cosas hacer luego de hacer las tareas que los profesores les habían dado.

-- Iré al puente  --Dijo para sí mismo pensando un poco en el plan y las posibilidades que tendría de encontrar lo que quería allí.

Las posibilidades de que encontrara a esa persona que tanto llevaba buscando (3 semanas) eran muy bajas. Si bien lo había visto a lo lejos descansar tranquillo por aquel y otro sitios a los que había ido aún no lo encontraba y eso lo entristecía.

Había ocasiones en las que recriminaba el no haberse acercado la primera o segunda vez que lo vio a lo lejos.

/ Espero que este allí / --Pensó Zerofuku mientras terminaba de resolver las pocas cuentas que le habían dado como tarea los profesores.

La campana sonó y como si fuera una llamada importante todos los niños salieron corriendo rumbo a sus propias casas, a la casa de un amigo o de un familiar aunque el caso de un pequeño albino era otro el sitio al que se dirigía.

Buscar a aquel chico que siempre veía a lo lejos del camino que siempre tomaba a la escuela era algo muy divertido.

-- Estoy seguro de que es por aquí   --Exclamo mirando de un lado a otro en busca de aquel extraño chico.

No conocía muy bien el sitio al que había llegado estaba intentando no adentrarse mucho para así evitar perderse y conseguir (por error) que alguno de sus hermanos le hiciera de escolta de la escuela hasta su casa.

Quería conocer al chico que solía ver a lo lejos. Algo le decía que sería muy interesante y divertido hacerse su amigo.

/ Me pregunto dónde estará / --Se cuestionó Zero mirando a su alrededor buscando cuidadosamente.

-- ¿Y tú quién eres?  --Pregunto de manera directa un niño de cabello verde claro y negro en los costados con un libro en mano interceptando a Zero en su búsqueda.

-- Me llamo Zero, es un placer conocerte.  –Contesto por inercia sin prestar mucha atención al chico que tenía delante de él.
3 segundos. Ese fue el tiempo que el albino de largos cabellos necesito para darse cuenta de algo de suma importancia.

-- ¡¡Eres tú!!  --Grito Zero señalando al otro chico al reconocerlo.

Era el. Era ese chico que veía desde lejos cuando iba a la escuela. Era el chico que llevaba buscando 3 semanas.

-- ¿? ¿Y de donde se supone que te conozco?  --Pregunto indignado de que el otro pareciera conocerlo.

- Siempre que voy a mi escuela te veo a lo lejos en distintos lugares. Oye, oye ¿Quieres jugar conmigo? ¡Vamos al parque! ¡Vamos a jugar allí! ¿Cómo te llamas? Yo soy Zero ¿Y tú?  --Hablo lleno de energía  el pequeño albino llenando al otro de varias preguntas.

-- Me llamo Buu--Estaba por decir el niño hasta que recordó las palabras de sus “compañeros” de clases-- ¡¿Qué te importa?!

-- ¿Eh? ¿Te llamas Buu? Ese es un nombre muy interesante. Es la primera vez que escucho que existe  --Dijo Zero sorprendido.

-- SI, Si lo que digas.  –Dijo el otro niño dejando el tema de su nombre allí- SU nombre (obviamente) no era ese pero lo más posible era que si decía su nombre real algún problema le caería, y ya le había pasado bastante.

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