📖SETENTA📖

69 10 0
                                    

La clase en sí no fue nada del otro mundo, se dieron las típicas asignaturas como historia, lengua, matemáticas, ciencias, entre otras. Pará cuando llegó el descanso, yo estaba tan aburrido de la clase de civismo, que tarde un par de minutos en volver a mi mismo.

-¿qué hay en el menú de hoy? - pregunto Carla.

Ella y Niggel ya habían acomodado sus bancas para que pudiésemos comer juntos.

-estofado - respondió Niggel no demasiado entusiasmado.

-suena mejor que mi verdura, ¿cambio? - sugirió Carla.

-hecho - aceptó mi amigo.

-iré por algo de beber - anuncie reaccionando al fin - de paso veré a Kikyō.

-¡oh cierto! ¿Cómo me habrá ido en su primer mitad de clase? Me parece que este año no compartiria clase con sus amigas - señaló Carla, comenzando a llenarse la boca de estofado que le había pasado Niggel.

-le preguntó - dije.

Me levante y me encamine a la salida, el pasillo estaba lleno de estudiantes de diferentes años y cursos, muchos platicaban o bromeaban entre sí. Cruce el pasillo y me asome al salón de enfrente buscando la melena rubia de Kikyō.

-¡Kai! - grito una voz bastante chillona desde el exterior del salón.

-ay no - me lamente en voz baja.

Volví mi atención al pasillo y justo como esperaba, una de las compañeras de Kikyō- la que menos agradaba a los 3 (a la propia Arlert, a Carla y a mi)-, se acercaba desde la entrada principal. Puse mi mejor cara:

-Deva, hola - salude.

-hola~, Kai-chi - saludo la pelirroja de nombre Deva. - ¿qué tal el verano? Escuché que fuiste de nuevo a la playa...

Bueno, no era secreto lo que hacía en verano, pero tampoco es que el mundo entero estuviera enterado. Era escalofriante como ella si lo sabía, razón por la cual no era una persona demasiado agradable. Sabía todo de todos y eso muchas veces lo usaba a su favor; competía descaradamente con Kikyō por tener las mejores calificaciones y nunca desaprovechaba la oportunidad de presumir que sus abuelos habían sido miembros del primer Consejo Real que trabajó con Historia cuando se volvió reina.

-ah, si, estuvo bien - me límite a responder con una falsa sonrisa.

Por encima de ella vi como Kikyō aparecía desde la dirección de la cafetería, acompañada por Ymir.

-¡excelente! Yo también fui, pero lamentablemente no te vi y... - siguió diciendo, pero mi atención ya estaba en otro lado.

-que lastima - la interrumpí apresurado - en fin, te veo luego...

Dicho eso me escabulli hasta donde Ymir y Kikyō. Llegué y las empuje de vuelta a la cafetería.

-también me alegro de verte, Kai - saludo Ymir burlona.

-ay, lo siento, esque Deva me abordó - me disculpe recuperando el aliento. Mire a Kikyō - ¿otra vez esta en tu clase, verdad?

-desafortunadamente - aceptó Kikyō abriendo una bolsa de chocolates. Nos ofreció e Ymir aceptó.

La hija de la Reina era varios años mayor que nosotros, así que, ahora que estaba más tranquilo, por fin reaccione a su presencia.

-mamá me envió aquí para que no anduviera husmeando en su reunión de hoy - explicó Ymir, llenándose la boca de chocolate y respondiendo mi pregunta silenciosa. - me pareció buena idea para verlos, pero resulta que solo me dejaron salir de la biblioteca cuando de casualidad vi pasar a Kikyō.

-la guardia real me hizo prometer que solo vendriamos a buscarlos y regresaríamos - añadió Kikyō.

-bueno, Carla ya ha instalado su comedor en el salón, pero iré a decirle - me ofrecí.

-no, no, no, vamos - rechazo Ymir, podía ser princesa o lo que sea, pero los modales no eran lo suyo. Estaba completamente manchada de chocolate. - aún no quiero volver a verle la cara a los unicornios.

Los unicornios, sus guardaespaldas o la seguridad Real, así los llamaba ella por el simple hecho de que “Policía Militar” sonaba demasiado agresivo para la minima cosa que hacian.

-bueno, entonces vamos al salón - accedí.

Las guíe a ambas hasta mi salón, olvidandome por completo de mi bebida, ya me tomaría un poco a Carla. La presencia de Ymir no era demasiado rara en el colegio, menos cuando se encontraba con nosotros, todo el mundo sabía que sí de pasar el rato con la hija de la Reina se trataba, no había otros que nosotros por el simple hecho de ser hijos de nuestros padres.

-... ¡Te dije sodio, no cloro! - le reclamaba Carla a Niggel.

-pero necesitábamos un ácido no una base para la reacción - se quejo Niggel.

-necesitan un moderador más bien - interrumpió Ymir arrastrando una silla hasta ellos.

-¡Ymir! - grito Carla lanzándose a saludarla.

-ves, esperaba este recibimiento - me reclamo la princesa.

Puse mala cara y me cruce de brazos.

-¡ya te dije que me abordó Deva!

-ugh, ¿Diva-Deva? - arrugó la nariz Carla.

-la misma, parece que será nuestra maldición hasta graduarnos - mire a Kikyō, seguía entretenida con el chocolate, solo que ahora se empeñaba por hacer trozos de este. - aunque lo peor se lo lleva Kyo*, siguen en la misma clase desde hace 3 años años.

La rubia asintió distraídamente hasta conseguir que su chocolate pareciera polvo.

-no está tan mal, normalmente apenas si me entero de su presencia - y ahí salía su lado materno, cuando alguien le desagradaba simplemente prescindia de ella.

-ah, eso me lleva a lo mucho que extraño estar en el mismo edifico que ustedes - se lamento Ymir, hubo un tiempo en que coincidimos aquí.

-¡eso! ¿Qué haces aquí? - añadió Carla robándole la palabra a Niggel.

-me corrieron de palacio por un par de horas - dramatizo la princesa.

-¿se puede hacer eso? - pregunto Niggel confundido.

-por supuesto, lo hacen cada que los temas de las reuniones son demasiado de mi curiosidad - confirmó Ymir robando un poco de la comida que teníamos en la mesa.

-claro, claro, los archivos históricos y la ciudad subterránea, lo sabemos - indicó Carla de mala gana, yendo a terminar su estofado.

-¿eh? Así que la reunión es sobre eso... - se quejo Ymir.

-¿no te enteraste?

Ymir movió la mano en negación y luego la acercó para suplicar un trozo de chocolate a Kikyō quien se lo dio con algo de recelo.

-esta vez no, estuve siguiendo otra pista que seguro les interesa - explico feliz teniendo el dulce.

-¿una pista? - pregunté curioso.

-si, si, sobre cierto álbum de fotos bastante reciente, pero viejo a la vez...

*Kyo: Apodo cariñoso que Kai raramente usa para referirse a Kikyō.

Levi's diaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora