Fresa Salada

Fresa Salada -Plan-

Kyle estaba confundido, no entendía como todos sus amigos estaban teniendo relaciones y el se quedaba atrás, incluso Cartman lo sorprendió con su pasada relación con Heidi, esto último no lo tomo como algo insignificante, el resto debe haber pasado de ello.

Sintió algo aferrarse a su pecho como una punzada, se arrepintió de sentir aquello que palpitaba y crecía cada segundo muy en el fondo.

Nunca se dio cuenta o le dio importancia a su "amor" por Stan su mejor amigo en ese momento, pensó que se debía a las constantes juntas que tenían, donde compartían de todo, dormían, jugaban, estudiaban, simplemente hacían todo juntos, pero Kyle entendió que no estaba sintiéndose de la misma forma que Stan respecto a la relación de amistad que mantenían mutuamente, se sentía incómodo. Siempre se caracterizó por tener un carácter serio, directo y analizador en situaciones así, pero se le escapaba de las manos, pensaba que quería besarlo a veces, se lo cuestiono, se sintió mal, asqueroso, ya que hacer algo así, significaba el fin de la amistad, si Stan lo aceptaba o lo rechazaba era su opción, pero el mismo no se lo perdonaría. Para Kyle siempre ha significado mucho cualquier acto físico como demostración de amor puro, sus amigos un poco promiscuos eran de dejarse llevar y vivir el momento, como siempre, Kenny les decía -Disfruten el momento chicos, la vida es corta-.

Desde entonces se cuestionaba su sexualidad, le atraían las chicas inteligentes y bonitas, pero también había algo oscuro creciendo en su interior, Kyle desde pequeño sintió una extraña conexión con Eric Cartman, su rival, su compañero, su amigo de juego, su confidente en las travesuras, pero siempre se adelantaba y trazaba una línea para marcar limites, limites que su corazón no entendía. No era normal que pensara tanto en alguien que le molestase -era odioso- y más por ser un chico que se enorgullecía de ser inteligente, fijarse en Eric, de una manera "romántica" era desastroso para el en ese momento. Gracias a su gusto por los libros y la curiosidad a la corta edad de 5 años ya sabia que era la homosexualidad y lo mal vista que era ante los ojos de la sociedad y religión.

No otorgo mucho tiempo/critica al tema, porque si se sumergía en sus sentimientos se terminaría ahogando.

Pero ya era tiempo de darse impulso, liberarse y la única manera de descubrir el Kyle en su interior era probar (experimentar) a lo que nunca se atrevió hacer antes ¡Si, lo sentía! estaba seguro que ese algo seguía ahí, maldita sea... En su mente aparecieron las dos únicas personas que estaban sin pareja en ese momento, nada más y nada menos que Eric Cartman y Butters, este ultimo lo hacia suspirar de lo aburrido que lo encontraba.

Analizo muy bien a los dos chicos, por Eric sentía odio (amor) un odio que lo lastimaba ¿Qué extraño? Por Butters, nada, absolutamente nada, era aburrido, es como estar con su propio hermano Ike, demonios ¡IIIuuuhggg!

Esto ocurrió cuando estaba cumpliendo 15 años, se sentía sucio como si jugara al decidir si o no utilizaba a Cartman para comprobar dos de sus dudas existenciales ¿Gustarle de Stan? ¿Su sexualidad? Aun no tenía nada claro en su pelirroja cabeza.

NO TARDARIA EN ARREPENTIRSE DE TODO LO QUE OCURRIRIA A PARTIR DE AQUÍ.

Un día cualquiera le pidió a Cartman que tuvieran una conversación respecto a un "plan" que tenía en mente, pero quería llegar a un acuerdo conciliador con él, ya no era difícil acercarse a Cartman, increíblemente había cambiado y se podía controlar (lo subestimo un poco) pasaba el tiempo y comenzar a interactuar con su "enemigo" de niño era mas fácil.

Eric sospechaba de la "extraña" cercanía  que comenzaba a tener Kyle hacia su persona, el siempre sintió algo por Kyle, no lo iba a admitir nunca, luego de analizarlo determinadamente y conversar con su amigo y confidente Butters, ese sentimiento por Kyle siempre fue cariño, se veía reflejado en lo que le hubiese gustado ser o tener, una inocente envidia de niño, su familia, sus amistades, lo bueno que era para relacionarse con otros, su seguridad, su ímpetu, su cualidad para estudiar tantas horas y no aburrirse, su honestidad, su confianza en los demás, el amor que entregaba en cada acto que realizaba, pero su envidia se estaba transformado a algo con peso, pensamientos más adultos, más húmedos ¡Eran las malditas hormonas! ¡¡SII!! Ya no podía mirarlo fijamente sin imaginar algo excitante, simplemente de mirarlo con desprecio, ahora lo miraba normal, tratando de ocultar ese pequeño enrojecimiento que se le colaba a la cara hasta llegar a su interior. ¡MALDICION!