~.17.~

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Bajó la cabeza.bEstoy segura de que estaba dispuesto a hablar, después de todo él mismo dijo que nunca quiso dañar a nadie.

—Dinos todo lo que sepas.

—Nosotros... esa noche solo queríamos robar algo de dinero. Ya sabes, estábamos bastante mal parados y vimos la oportunidad.

—Entonces no lo planearon? —me pareció curioso.

—No!... Al menos yo no —admitió con la mirada fija en sus esposas —Miren, no sé si mi amigo ya lo había planeado, pero se suponía que en la tienda no había nadie. Cuando entramos nos dimos cuenta de que había un tipo cocinando algo con poca luz. Quisimos tomarlo por sorpresa para que no se defendiera pero en el forcejeo el conducto del gas se rompió y el se golpeó la cabeza.

Aproveché su pausa para pensar en todo lo que había dicho. Ya era sorprendente que soltara la sopa tan rápido pero saber lo que en verdad pasó era intrigante. Fue casualidad que la noche en que pasé frente a la pastelería, explotara en mis narices?

—Como el fogón estaba prendido sabíamos que todo se incendiaría en cualquier momento. Si tan solo él no hubiera luchado —de la nada comenzó a lloriquear.

—Si él no hubiera luchado qué? — habló la agente intimidante —Habrían robado y ya? Insinúas que murió por su propia culpa, es eso?

—Claro que no! En un principio no debimos entrar ahí pero estaba desesperado y cuando se desmayó creí que había muerto y ya no supe qué hacer.

—Claro. Y no se te ocurrió revisar sus signos vitales?

—Entré en pánico! Señorita...

—Agente —tajó ella.

—Agente, usted ya debe saberlo. Yo no soy un criminal, no estoy hecho para esto.

—Es cierto —abogué por él —Es débil de mente como para planear la muerte de alguien. Yo diría que es el influenciable del dúo y se dejó llevar por la situación.

—Ese es otro tema —recordó Monroe—Queremos él nombre de tu compañero.

—No. Si lo digo mi vida será un infierno. Prefiero ir a la cárcel solo.

—Ahora si tienes pantalones o crees que tu cómplice da más miedo que nosotros? Porque te prometo que un mal ladrón de quinta no se acerca a un grupo de militares preparados. Esto es la AIC. Somos un grupo especializado en crímenes. Si la policía es la ley nosotros dictamos las leyes.

Los ojos suplicantes del intento de bandido se clavaron en los míos. Prefería mil veces estar aquí que continuar la conversación con Manú porque ni siquiera tenía idea de qué decir. A este hombre por otro lado lo podía leer y amoldar.

—No es justo que vallas a prisión por un crimen que no cometiste. Lo mejor para todos es que entregues a ese hombre. Realmente crees que él no te entregaría para salvarse?

Balbuceó algunas cosas incoherentes jugueteando con las esposas. Su nerviosismo delata que en definitiva no estaba hecho para los momentos de presión. Solo era un hombre al que la escasez y las influencias lo llevaron a cometer un grave error. El infierno que crea la conciencia era más que suficiente, creo que ni la prisión lo dañaría tanto psicológicamente como la culpa.

—Escucha: A veces creemos que las cosas son peores de lo que en realidad son. No dejaremos que ese hombre te dañe pero la policía si que puede volverse una pesadilla.
Además, cómo crees que se siente la familia de aquel hombre? Ellos merecen saber quiénes son los culpables.

Genial, sin darme cuenta estaba jugando al policía bueno y el policía malo.

—Si hablo, ustedes me aseguran que no me pasará nada?

La Capital De Los AsesinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora