Quiero que tú quieras [Elbdo #2] COMPLETA

Capítulo 2

—¿En serio esperas que llame? —pregunta Ava sentada frente a mí en la cafetería.

Queda media hora para mi siguiente clase, pero estoy desconcentrada de todo. Esos ojos verdes no salen de mi cabeza; ni siquiera me dijo su nombre, tampoco lo pregunté, pero una parte de mi espera escucharlo, conocerlo y... ¿Quién sabe?

Este es mi lado sentimental y soñador, no es que lo odie, es solo que no ayuda con mis planes de "esperar a esa persona correcta". No es que sea virgen o nada experimentada, se trata solo de mi corazón y ese deseo que hay ahí de querer ser amada, adorada y... No lo sé, estoy divagando como una tonta por un chico guapo que apenas vi una vez y solo por andar de torpe.

—No he dicho nada—me defiendo—. Pero podría llamar...

Rueda sus ojos pero no dice nada más al respecto, cosa que agradezco. Puede ser mi amiga pero no me gusta que se meta en mis asuntos.

—Alyssa—me saluda Ryan sentándose a mi lado.

—Hola—fuerzo una sonrisa. ¡Dios! Me había olvidado de él por completo.

—Oye, sobre anoche...

El sonido de mi celular lo interrumpe, está dispuesto a seguir hablando, pero me disculpo y me levanto, dejándolo con Ava mientras me alejo caminando por el campus.

Numero desconocido. En mi cabeza hay una mini yo al estilo Lizzie McGuire dando mil saltos y gritos emocionada. Respiro; inhalo, exhalo, una, otra y otra vez. Estoy lista, o eso creo, como sea estoy por contestar cuando la llamada se corta y sale como perdida.

¿Por qué? ¡Ay, Dios!

Me debato un poco en si debo devolver la llamada o no, estoy por hacerlo cuando vuelve a llamar. Espero que sea él, porque si no, estoy realmente como una tonta.

—¿Hola?

—¿Alyssa con un corazón? —reconozco esa voz masculina y sonrío automáticamente.

—¿Desconocido que tiró mis palomitas? —lo escucho reír, yo también suelto una risa nerviosa.

—Pensé que esa deuda estaba saldada—se defiende.

—Faltó un detalle...—murmuro mordiendo mi labio.

—Ah, ¿sí? —su tono es solo un poco más bajo— ¿Cuál?

—Tu nombre—susurro con el corazón latiéndome de prisa.

Se queda en silencio, puede que solo un segundo, pero se me hace eterno. Cuando vuelve a hablar, parece más serio.

—Soy Mark—se presenta—. Mark Bowers.

—Un gusto Mark—sonrío y me pongo cómoda bajo un árbol pegando mis rodillas en mi pecho—. Yo soy Alyssa Campbell.

—Un hermoso nombre.