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Ana susurra para que solo Mariana pueda escucharla: "¿Estás lista?"

En respuesta, Mariana escanea a la multitud, su mirada descansa por un momento en su madre y solo otro segundo en Ferrán. No le va a ser fácil mentir, hacerles daño. Pero la alternativa es mucho peor, puede que no sea fácil hacerles daño pero será imposible alejarse de Ana y de sus niñas durante seis meses. Ya lo intentó una vez.

Se gira parcialmente hacia Ana, asiente y responde que está lista.

Ana está terminando su discurso pero Mariana no se atreve a prestar atención, está muy nerviosa por lo que vendrá. Hay tanto en juego con esta actuación, con este beso. Tiene que ser convincente. Tiene que disipar cualquier duda sobre la relación. Es el comienzo de su plan para ganar y mantener a las chicas junto a ellas, su familia unida. Y solo para agregar más a toda esta presión, ella también quiere que este beso sea real. Sabe que no debería estar pensando en el beso de esta manera. Que esto está destinado a ser falso. Que Ana ya la rechazó una vez antes, pero estaría mintiendo si dijera que no quería este beso. Se pregunta si este beso será diferente a los otros dos, ahora que se supone que debe ser abierto, orgulloso.

Ana termina su discurso, se vuelve hacia ella y pone una mano sobre el hombro de Mariana y se inclina.

Cuando hablaron de ello, planearon que fuera un beso apasionado pero breve. Ana fue la encargada de iniciar el beso, un rápido beso seguido de un beso un poco más largo, y esa fue la escena completa. Cuando estaban planeando, hablaron sobre muchos escenarios, imaginaron diferentes formas de vender esto, hablaron en detalle sobre sus posiciones, quién se apoya en quién, quién comienza, cuánto tiempo sería. Pero en ese momento, Mariana se da cuenta de que deberían haber hecho algo más que planear, más que hablar de esto: deberían haber practicado este beso. Porque no está preparada para estos sentimientos, no está preparada para su reacción. Se siente fuera de control.

En el momento en que los labios de Anna se conectan con los de Mariana, se le pone la piel de gallina y se le revuelve el estómago. Su cuerpo se siente en llamas, especialmente las partes de sus cuerpos que se tocan. ¿Puede Ana sentirla? ¿Sentir su latido errático? ¿El cómo reacciona su piel ante Ana? Su meticuloso plan se va por la ventana, y Mariana sabe que no podrá controlarse, ya olvidó lo que se suponía que debían hacer. En este momento es consumida por Ana, por los labios de Ana, por el beso de Ana.

Si pudiera pensar más allá del beso estaría pensando en las reacciones de Pablo y Juan Carlos, imaginaría que estarían confundidos, incómodos. Imaginaría la sorpresa de Ferrán, su dolor. Sentiría preocupación por Ceci y Ro, con la esperanza de que lo entendieran. Se preguntaría si alguien en la multitud los animaría, si alguien apoyaría esta relación falsa. Pero ninguna de esas cosas está en su mente en este momento.

Ninguna de esas cosas importa. Lo que importa es Ana, Ana la está devorando, y la mano de Ana la mantiene en tierra, acercándola. Cuando Ana mueve su mano desde su hombro hasta la nuca, Mariana reacciona inclinándose, profundizando el beso una vez más.

Que el resto mire. Esta puede ser su única oportunidad de besar a Ana de esta manera.

Ella retrocede un poco, pero inmediatamente Ana la sigue y le pide más. Y Mariana está ansiosa por responder. Mariana no puede evitar preguntarse si esto significa algo, si Ana tampoco puede evitarlo. Si el beso también la tomó por sorpresa. Porque han sido meses de acumulación que condujeron a esto. Pero tal vez Ana solo es buena actriz.

Mariana comienza a inclinarse demasiado hacia Ana, quiere tocar cada parte de ella que se le permita. Y cuando se toma un segundo para tomar aire, recuerda que se supone que esto es falso, y retrocede por segunda vez, deja que Ana se vaya de a poco. Esta vez parece que Ana recuerda que se suponía que esto iba a ser corto. Ana mueve su mano de la nuca y acaricia su cabello, al mismo tiempo se inclina hacia Mariana y apoya su frente contra la de ella. Se siente tan natural, como si hubieran estado haciendo esto durante mucho tiempo.

Por un segundo se queda con Ana, con las frentes juntas, sintiéndose segura y tranquila en su pequeño mundo.

Pero en el momento en que se da la vuelta, todo se derrumba y Mariana se siente abrumada. Puede ver el dolor y la confusión a su alrededor. Está aterrorizada por la reacción de Ro y Ceci, quiere que su madre acepte esta relación. Pero lo que más le pesa es su propia reacción fuerte del beso. Y darse cuenta de que no ha superado a Ana, ni por asomo.

Intenta poner cara de valiente y actuar como la novia confiada, aunque sienta todo lo contrario.

Ella pensó que ya había superado a Ana, incluso se lo dijo. Se las arregló para convencerse de que este beso, fingiendo esta relación, no iba a ser gran cosa. Porque ya no sentía nada por Ana, que solo fue un gran malentendido. Pero ella estaba muy equivocada. Y ahora es demasiado tarde para dar marcha atrás. Demasiado tarde para encontrar caminos alternativos. Ella está comprometida a ver esto seguir su camino.

Mariana tendrá que soportar los próximos seis meses. Fingir esta relación, esconderse de todos e incluso ocultar sus verdaderos sentimientos por Ana. Un juego dentro de un juego. Ella espera poder sobrevivir.

Ese beso (One Shot) | Maryana MSHDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora