No Viniste

16 11 1
                                    

Eduardo.

Al escuchar las palabras que no me imaginé escuchar esta noche, fue un golpe que no puedo sacar de mí, pues en mi pecho sentí un sentimiento muy hermoso, pero mi cabeza dijo cosas diferentes.

"Me gustas tú"

Como bomba atómica callo en mí, siendo la sinceridad lo que más retumbaba en esas simples tres palabras, que no puedo mentir, sentí en mi estómago muchas mariposas, pero al mismo tiempo sudé en frio, los colores se me subieron al rostro, demostrando así mi inmadurez frente a Gonzalo. La mirada que detonaba cariño o amor, paso a tener tristeza, miedo al igual que decepción.

"Está mal, ¿qué va a decir la sociedad?, ¿qué llegaría a pensar mi familia?... ¿qué va a decir mi mamá?"

¿Qué estaba pensando en ese momento?, realmente estaba asustado, lo que había con Gonzalo era especial, pocas veces me sentía así, solamente desde que llegue aquí, las únicas personas que me hicieron volver a creer en el amor (no específicamente en una relación) fueron Heather y Ezequiel, pero con él, era diferente, muy diferente.

Vuelvo admitirlo, cuando lo dijo me emocione, nunca me lo había dicho otro hombre, siempre era yo el que daba el primer paso, así que fue el mismo motivo que hizo sacarme de mis casillas en ese momento. Al mismo tiempo que me gano la emoción, también el miedo, aun no puedo sacar de mi mente la imagen de mi madre llorando porque su primogénito le había salido gay.

Todo este tiempo traté de forzar un sentimiento hacia Heather, aunque si la quería, no como para tenerla como pareja, decidí sincerarme con ella, pero se me adelanto, se dio cuenta de algo que ni siquiera yo quería aceptar. Decidí reprimir mi sentimiento hacia los ojos negro de Gonzalo, pero era inútil, su sonrisa, su compañía, sus cumplidos inesperados, todo era diferente con él, siempre escogía a mis parejas pensando primeramente en el físico, pero con el...solamente fue sentimental, viendo después su físico no está nada mal, realmente es muy atractivo...dejé ir un mundo de cuentos de hadas solamente por pensar en el que dirán.

—Soy un idiota.

—Lo sé, no voy a perdonarte lo que pasó, pero, aun así, siento que tienes que hablar con él, ¿Por qué esa reacción?

—No se Gloria, esa noche tuve una plática con Heather, la cual me dejó pensando demasiado.

—¿Qué hablaron?

—Me dijo que ella ya se había dado cuenta que Gonzalo gustaba de mí, pero no le creí, aparte dijo que ella veía que también... él me gustaba.

—Claro... por eso le dijiste que tu si eras "Normal".

—No.... no sé... me quiero matar.

—Con eso no se juega, si realmente quieres hablar con él, hazlo, ya pasó mucho tiempo desde aquella vez.

—Exactamente dos meses, y en esos dos meses, la única vez que escucho su voz es cuando habla contigo, pero, aun así, ya no es el mismo de antes.

—Él tiene el defecto de que cuando se enamora, entrega todo, inclusive cuando no recibe nada, pues el ver feliz a la otra persona le basta para estar bien. Ya le he dicho en constantes ocasiones que está mal, pero no me hace caso.

—Es terco, muy terco, una de las personas más tercas que conozco. Pero, aun así, esa terquedad le brinda muchas cosas, tanto buenas, como malas.

—Sí, pero bueno, si quieres hablar con él, es tu decisión, ¿Cuándo lo harías?

—Hoy...

—¿Enserio?, ¿tan confiado te sientes? Déjame decirte que cuando Gonzalo está bien contigo, es una bola de amor, pero cuando no, amigo, ten cuidado.

En Busca de un Hogar 🏳️‍🌈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora