Más Allá del Final

...¿Y si?...

Newt POV

-Por favor, Tommy. Por favor.- fue lo último que le dije antes de sentir el impacto de la bala contra mi cráneo y después todo se desvaneció a mí alrededor.

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-Instalaciones de CRUEL-

Los trabajadores andaban de un lado para otro, tenían cámaras por todos lados, nunca habían dejado de ver a sus sujetos, todo era parte de su trabajo para ver los resultados de sus variables.

En la sala de vigilancia se encontraban varios médicos tomando apuntes de los sucesos que ocurrían en las pantallas, uno de ellos observaba concentrado una de las pantallas, en está había un par de chicos discutiendo y uno apuntaba un arma a la cabeza del otro, pasó un rato y el chico con el arma disparó.

-¡Oh por dios! - grito el médico que veía la pantalla - ¡Que alguien lo ayude!

Sus compañeros se acercaron a ver para saber a qué se refería y lo vieron pero ninguno se movió para hacer algo.

-Por favor, alguien haga algo.

Nadie entendía porque quería salvar al chico con tanto fervor pero mandaron a alguien por el muchacho para que su compañero se calmará, de todos modos, seguro y el chico ya estaba muerto para cuando llegaran por él.

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El médico que los había mandado miraba atentamente la pantalla para poder cerciorarse de que los hombres que habían ido hicieran su trabajo y no solo dejaran al pobre rubio ahí.

Su mirada estaba clavada a los monitores, nada lo movía de ahí y si alguien osaba el molestarlo le restaba importancia con un ademan de la mano.

Sabía muy bien que nadie entendía los motivos por los cuales quería rescatar al muchacho y poco le importaba a él decírselos. El recordaba a ese niño rubio muy bien, había estado a cargo de su supervisión y pruebas antes de enviarlo al laberinto y le había tomado cariño teniendo la conciencia de lo que le esperaba a aquel pobre chiquillo; por eso ahora que lo veía de nuevo quería ayudarlo, enmendar su error por haberlo enviado a ese infierno de mundo.

Sus pensamientos lo habían distraído momentáneamente de la cámara y cuando volteo de nuevo vio a los dos tipos vendar la cabeza del chico sin el menor cuidado y luego cargarlo como un simple trapo viejo.

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Cuando los hombres volvieron lo primero que el doctor hizo fue ordenar que mandaran al rubio a la sala de operaciones, había perdido una gran cantidad de sangre y no se arriesgaría a dejarlo morir.

Fue una operación larga y complicada, ya que era una herida en el cerebro se habían demorado mucho al hacer todo el proceso tan meticulosamente, no dudaban que su esfuerzo hubiera podido ser en vano y que quizá el muchacho nunca se recuperaría. Solo le daban un 10% de probabilidad para que saliera con vida y todos aclamaban que eso sería casi un milagro.

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Paso una semana del acontecimiento y ya todos los que habían estado involucrados en el caso habían dado por hecho que el chico estaba muerto, no había dado ningún tipo de señal en todo ese tiempo y tenían que seguir de acuerdo a sus planes estipulados, no podían perder más tiempo.

El doctor encargado del rubio era de las muy pocas-por no decir nulas-personas que seguía con un poco de esperanza; se presentaba todos los días a la habitación de rehabilitación para cuidar al muchacho, ya había terminado su jornada y se estaba preparando para retirarse cuando un cambio en el pitido regular del monitor lo hizo voltear, el chico se removía un poco y respiraba con más trabajo, sus parpados se agitaban tratando de abrirse, el medico rápidamente tomo su papel de doctor y trato de calmar al muchacho para luego pasar a presionar el botón de asistencia médica para que llegaran más doctores y enfermeras.