Billie Jean/ OneShot YoonGi

parte única

Para una mejor experiencia, escucha:
https://youtu.be/ILZ6ZvCaIvg
https://youtu.be/ZSn53ensfsw

La ligereza de su mano se movía sobre el lienzo, sus ojos picaban y sus labios temblaban, no sabía cuantas veces había jugando en sus labios esa canción, no sabía cuantas veces sus ojos se habían desenfocado una vez más, maldita sea que perdió el número de veces en el que su teléfono lo sacó de su ensoñación y al momento de observar la pantalla se encontraba con 0 cosas.

Sentía que se estaba volviendo terriblemente loco, ¿acaso el consumir drogas es lo que lo estaba llevando a ese camino? o fue más bien la maldición que su madre le dió antes de escapar de sus abusos, ¿brujería? no lo entendía pero fuera como fuera, era algo nuevo para él.

Aún así, algo dentro de su pecho nacía, ese sentimiento de escapar, ese sentimiento de llorar, ese sentimiento de...olvídalo.

A veces habló conmigo como tercera persona, es decir, no sé porque me sigo haciendo esto, tal vez simplemente es el trabajo, el tinner metiéndose en mis fosas nasales, estoy mareado, quizás simplemente deba de dormir. Ojalá pudiera dormir.

Mis sueños eran más lúcidos de lo que pensé, más palpables, había escuchado esa historia de niños en dónde podían controlar lo que soñaban, a veces pensaba que mis sueños eran un comportamiento emergente de mis traumas, de mí adicción o incluso de mis deseos, pero se veía tan real, creo que estaba cayendo en un punto de desesperación algo grande si les soy grato, hundido lentamente en el remolino de mi propia mente, me sentía enfermo, loco, había dejado ya poco a poco mis relaciones personales a causa de ella.

Su belleza era enferma, unos ojos grandes que me observaban por un velo, cada noche se acercaba más, mi ansiedad sin duda crecía de manera exponencial, veía su vida, esa maldita loca pudo haber sido la protagonista de una película. Cómo sea, creo que lo que realmente comenzó a aterrarme fue sin duda que después de ver muchas veces su día a día, de pronto comenzó a mirarme, a un punto fijo, por horas o es lo que yo sentía, una mirada tan extraña, tan retorcida que con toda sinceridad, no sabría decir sí ella era la asustada o lo era yo.

De nuevo, el problema era ese y la forma en la que ella era, por esa razón principal fue por la que creí que eran resultado de mis traumas, si pudiera describirla en una palabra... obsesiva.
La miré investigar a todas sus parejas, a todas y cada una de ellas, incluso muchas de ellas mujeres, miraba sus trabajos, sus vidas, sus padres y amigos más cercanos, diría que una vez que te pone el ojo es casi imposible que escapes de ella.

Creo que la pareja por la que tuve más lástima, sería sin duda alguien llamada Sussy, la acosó tanto que tengo la teoría de que incluso escapó del país o algo así, la verdad es que la mayoría de sus parejas eventualmente deje de verlas en sueños, simplemente se esfumaban pero esa chica, parecía ser buena.

Sueno como un demente, pero ya no le encuentro salida, es decir, ¿cómo enfrentó a alguien que siquiera sé si existe?, ¿cómo hago para dejar de verla?

Reaccionó, miró la hora y la anotó en su vieja libreta al lado del cuadro que seguía pintando, ¿qué? no puede ser.
Su rostro estaba en mi lienzo, de nuevo y la hora del reloj, me perdí durante 40 minutos. Me daba miedo de mi mismo, de mi mente, si esto me sucedía manejando, ¿qué haría entonces? –Acaso mis pensamientos son lo suficientemente ruidosos– pensé. Tragué saliva con pesadez, mi apartamento se veía más oscuro y eso me hizo ponerme notablemente nervioso, debo de estarme imaginando todo. Una vez más, haciendo menos la situación.

Suspiré y fuí a mi habitación, tiré directamente el cuadro a la basura y puse un poco de música para relajarme, no pasó mucho tiempo para querer sumergirme a la tina del baño, las burbujas tocando en mi piel, miró mi aspecto en el espejo y se ve tan demacrado.