Devil wears Nada

Capítulo Único

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Chanyeol podría considerarse como un individuo sencillo, uno más de todo el montón. Pues, como todo estudiante pensaba que al mudarse a la capital para continuar con sus estudios significaría una experiencia revolucionadoria.

No obstante, no era consciente de cuan revolucionadora terminaría siendo. Específicamente para su "moral", una base de principios que con los años fue desarrollando y memorizando. Siendo el primer principio la privacidad como una norma de conducta. El era una persona que valoraba su espacio personal, de modo que también respetaba el ajeno.

Sin embargo, cuando lo vio por primera vez ...

– madre santa ... – no pudo evitar escandalizarse ante la sensual vista –

La primera vez. Para todo siempre existe una primera vez ¿Quién es capaz de olvidar esa primera vez? Chanyeol no y esta fue su primera vez que lo vio a él.

Como un animal primitivo sus ojos se enfocaron en aquellas curvas. Era un ser hermoso formado por múltiples curvas, cada una detallando un aspecto de él. Primero estaban esos esponjosos labios rojos, unos que después del primer beso no serias capaz de detenerte. Al seguir bajando sus ojos recorrieron el esbelto cuerpo hasta encontrarse con un plano vientre encajonado por una cintura de avispa, una en la cual sus manos encajarían perfectamente. Continúo bajando hasta esa generosa parte trasera que debería estar ocultando aquella entrada que ...

– ¡Por dios! – le hacia agua la boca el fantasear con solo poder tocarle tan íntimamente –

Él era un pecado, era prohibido. No podía seguir viendo estaba en contra de su principio, era incorrecto, totalmente indebido ... pero, tan dulcemente obsceno de ver.

Ya era muy tarde para el.

– ¡ah! ¡ah! – se le escapaban gemidos roncos mientras acariciaba su miembro –

La situación le resultaba irónica. Había caído abruptamente en las redes del placer. ¡Como un completo virgen! Lo cual desgraciadamente era, ya que, a pesar de estar en sus veinte y dos años, la auto satisfacción era tan desconocida para Chanyeol.

Todo era completamente nuevo. No obstante, era consciente de que su estado actual requería de acciones drásticas. Por ello, con la mirada enfocada en su lindo vecino, decidió ponerse manos a la obra.

Comenzó repartiendo leves caricias con la yema de los dedos, tanteando entre la cabeza y la base de su pene. Soltó un gruñido, estaba bien pero no era suficiente. Por tanto, decidió aumentar el ritmo y con el dedo gordo entablo movimientos circulares únicamente en la hinchada cabeza de su polla. Sin duda estaba ayudando. No obstante, cuando vio salir a las primeras gotas del pre-semen se descontroló. Su mano comenzó a subir y bajar a un ritmo feroz por toda su extensión, tratando de apresar su pene como lo haría la cavidad de ese chico. El cual seguía contoneándose felizmente por todo su apartamento mientras que Chanyeol sufría en silencio.