PRÓLOGO

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Desde muy pequeña he expresado mis ideas, aunque estas no fueran las mismas que exigían en mi circulo familiar, amistoso o donde sea, pero en muchas ocasiones, cuando lo que sentía era demasiado grande y las palabras que salían de mi boca no bastaban, escribía en mi diario.

Este diario no tenía llave, o no era algo privado, simplemente era un cuaderno cualquiera, que contenía cada una de mis quejas, mis alegrías, mis corajes, los momentos mas oscuro y los más brillantes de mi vida (y esto que era muy pequeña en ese entonces), todo aquello que de alguna manera representó algún momento emotivo en mi vida quedó grabado en ese diario y a medida que iba creciendo, nunca perdí esa costumbre de escribir todo aquello que con palabras no podía expresar.

Es así como ahora he decidido compartir unos cuantos pensamientos que de vez en cuando dan vueltas en mi cabeza, dándole la bienvenida al insomnio, talvez exista alguien que se sienta o piense igual que esta humilde escritora.

El Diario de Abigail ZereneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora