Por favor NO digas que me amas

Capitulo 2

Capítulo 2

Madison

Desesperada por salir de la incómoda situación en la que me puse desafiando a Taylor, subí a mi habitación y ni siquiera pensé en despedirme de la Sr. Harris. Hasta que mi madre subió con el reclamó de que siempre estoy arruinando todo a su paso.

—Espero que esto no vuelva a suceder —dice mientras me señala y enarca una de sus cejas.

La escucho unos minutos hasta que se cansa de sermones y sale azotando la puerta de mi habitación. Ruedo los ojos y caigo de espaldas en mi cama para exhalar.

Mi madre siempre intenta exagerar todo, no sé porque me culpa de algo que ella sabe perfectamente que es teatro y más nada.

Ellis Moore, mi perfecta y mentirosa madre que ha pasado la mayor parte de su vida fingiendo tener una familia perfecta, cuando en realidad con cada paso que da desprende de sus caros zapatos aflicción y un pasado doloroso que ella solo conoce a la perfección y oculta en esa patética sonrisa.

¿Cuándo dejarás de mentir madre, cuando?

Paso las manos por mi rostro y miro mi alto techo, me pongo de pie y camino hasta mi ventana. Al menos en mi habitación puedo gozar de la tranquilidad, sin lidiar todo el tiempo con ese extraño ser que me dio la vida, al menos desde aquí puedo observar la oscuridad y ver a poca distancia mi vecino.

Taylor Harris, ese cretino que en parte fue el culpable de hacer mi noche más desagradable de lo que ya era.

No solo por no querer venir a esta casa, sino porque he estado aguantando más de siete años que mi madre se divorcié y cambié de marido una cantidad de veces. Tener que convivir con hombres en casa me resulta atemorizante debido a sucesos del pasado.

Mi vida no siempre ha sido así, antes todo era un cuento bastante bueno para contar, nada de lo que soy ahora o lo que vivo es color de rosa.

Hasta que el Sr. Hop murió, ese odioso hombre que causo toda esta controversia con mi madre.

Creo que mi vida hubiera sido un poco más fácil si mi relación con mamá fuera un poco más palpable, pero a raíz de su ultimo matrimonio todo se quebró hasta el punto en donde una madre y su hija mantienen una conversación solo para fingir y discutir luego de eso.

Soy un fiasco, lo sé, pero prefiero estar rota al menos eso sí me sale bien.

*****

Han pasado algunas horas desde que mi madre y Austin se durmieron, aun no pasa de media noche así que he decidido salir para despejar mis pensamientos de toda la basura acumulada en ella.

Con la misma ropa que llevé en la cena, salí por la puerta trasera de mi casa y caminé hasta encontrarme en la entrada.

Cruce algunas calles hasta llegar a un café, tal y como me indicó la App de geolocalización. Entre al lugar y aun había personas en el establecimiento, una mujer de aproximadamente unos cuarenta años me dio la bienvenida y me invito a tomar asiento en un taburete, asentí y pedí una malteada.

Conversando un poco con la mujer llamada Olivia me contó que a otro lado del café hay un pequeño casino que está abierto las veinticuatro horas, que la mayoría de jóvenes siempre visitan el lugar cuando la cafetería cierra.

—Puedo indicarte por donde entrar querida —dijo limpiando la barra y pasándome una servilleta.

—Que amable, pero intentaré ir sola —dije —quiero conocer más de esta ciudad. Asintió, dándome el cambio y le pedí quedarse con él.