Solo un agradecimiento

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La presencia de los chicos hizo una clara diferencia, bajar los muebles del camión se volvió una tarea fácil y rápida; bueno, tal vez no sean tan rápidos porque algunas cosas son demasiado pesadas y delicadas como para simplemente bajarlas sin cuidado y era difícil que todos se coordinaran para moverse cargando las cosas, pero definitivamente era más fácil que antes, cuando Eric y Leopold bajaron entre gritos y tropezones un sofá que pertenece a la recamara de su madre.

De igual manera se permitió tomar un pequeño descanso, sentado en el sofá casi nuevo que su madre compró hace año y medio para el departamento en California. Los chicos lo dejaron en el jardín, preferían bajar casi todas las cosas antes de empezar a meter las a casa. Algunas cosas serían complicadas de pasar por la puerta.

Sonreía desde el sofá, mirando a Kyle y Stan discutir sobre quien estaba cargando más del tocador de Liane. Bebía de su botella de agua, haciendo una mueca por sentir como esta había dejado de estar fría, bufó y la arrojó a su costado en el sofá.

Con su atención puesta sobre la discusión de los dos mejores amigos, no se dio cuenta cuando Kenny se sentó a su lado, tomando la botella para bebérsela él.

Miró a Kenny por unos segundos, para después dejar caer la cabeza en el respaldo del sofá, suspirando pesadamente. Mierda, quisiera estar en su cama, escuchando música y perdiéndose en su espacio personal, no metiendo todos sus muebles a la casa porque los de la mudanza son unos hijos de perra que incumplen el contrato que el novio de su madre firmó. Ojalá, Ethan, consiga que le regresen parte de su dinero.

La cabeza de Kenneth cayó sobre su hombro. El rubio revisaba su celular con tranquilidad; Cartman pudo ver un par de tetas brincando en una de las historias de Instagram que revisaba. Hay cosas que no cambian.

—No tenían que venir a ayudar —murmuró Eric, buscando entre su bolsillo del pantalón su propio celular.

—¿Uh? —Kenny dejó el caer su celular sobre sus piernas—. Se dice gracias, pendejo malagradecido. Sin nosotros, probablemente terminarían demasiado tarde con todo esto —talló su mejilla en el hombro de Eric, sonriendo de lado—. Además, quiero ponerme el día contigo, hay cosas que no me has dicho y cosas que no te he dicho.

—No hay nada interesante que contar.

Kenneth dejó caer la mano sobre el muslo de Eric, palmeando un par de veces la zona.

—Antes no podías mantener la boca cerrada, Cartman. ¿Qué te...?

—¡Hey! ¿Qué coño hacen ahí sentados? ¡Muevan el culo y ayuden con las cosas! —bufó Kyle, limpiándose el sudor que le escurría por la frente, para después posar sus manos sobre su cadera.

El rubio soltó un falso gemido de cansancio, demasiado exagerado y largo; resbaló su cuerpo hasta quedar recostado en el regazo de Eric, quien solamente giró sus ojos y negó repetidas veces con la cabeza.

—Pero estoy tan cansado —exclamó Kenny, alargando el "tan" para escucharse más dramático—. No podré seguir, continúen sin mí —se llevó una mano al rostro, cubriendo sus ojos con el dorso de su mano.

Broflovski masajeó su frente, parecía intentar mantener la calma en ese momento, por otra parte, Stan caminó a paso tranquilo hasta el sofá, dejándose caer sobre Kenny, que soltó un jadeo al sentir como se quedaba sin aire por el peso de Stan.

—Siéntate Kyle, hay que tomar un descanso.

Butters se acercó de igual forma, tomando lugar en uno de los brazos del sofá, del lado de Stan y Kenny. Traía varias botellas de agua con él, las cuales repartió a cada uno de ellos. Kyle observó por unos segundos, sin mover un solo musculo; sus brazos y espalda baja han comenzado a doler, por suspender las pertenencias de Cartman. Mira el único lugar disponible en el sillón: junto a Eric.

El mismo de siempre | KymanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora