Andrew POV
Esta chica de quien hablamos
en un paseo de abril ceremonioso
con su último pretendiente
súbitamente se asombró muchísimo
del charlar de los pájaros
y las hojas caídas.Así, afligida, ella
vio que los ademanes de su amante
agitaban el aire y se irritó
entre el caos de flores y de helechos
acres. Juzgó los pétalos
confusos, la estación ajada.Pero he aquí: un capullo
de sus cinco sentidos de gran dama
una grosera confusión deduce:
traición intolerable. Que el idiota
se rinda al caos de la primavera:
prefirió retirarse.Y rodeó su casa
de alambradas y muros impasables
contra el tiempo rebelde
tanto que nadie lo rompiera
con maldiciones, puños, amenazas,
ni con amor tampoco.Es curioso que lo que se me venga a la mente al verla dormir sea un poema de Sylvia Plath. Ella es en cierta forma mi Sylvia Plath. Mi Olivia Langdon. Solo que no es mía, no en esa forma.
Después de dejarla sana y salva en su pequeño departamento, conducí a donde me encuentro en estos momentos. Una pequeña librería en donde sirven un café exquisito.
Los pensamientos se me han ido por todos lados y me es difícil descifrar todo esto. Me siento abrumado. Todo ha pasado muy rápido, demasiadas cosas en poco tiempo. Pero estoy muy seguro de mis sentimientos, se que tipo de sentimientos estoy desarrollando, y lamentablemente no puedo detener, por ella.
Estoy abrumado por mi carente relación matrimonial pero estoy seguro y tranquilo de mi relación con Colette. Colette. Saboreó su nombre como si saboreara el café que tengo en mis manos. Incluso su nombre es una referencia romántica.
Jamás entenderé cómo puedes conocer a una persona y enamorarte de ella en unos meses. A veces no te das cuenta pero ya está allí. Lo niegas, lo escondes o lo justificas.
La partida y el desprecio de Margarette no me importan en lo absoluto, doy gracias por que haya sido de esa forma. Doy gracias el día en el que ella entró a mi estudio y me soltó todo en menos de 10 minutos. Poco después de la última visita que hicimos a Colette me miró con una seguridad que no había visto en ella jamás. No me ama más, no puede estar con alguien que no le demuestra cariño ni le da la atención que ella merece. Conoció a alguien que le muestra todo lo que ella necesita. No puede seguir estando conmigo. Necesita el divorcio.
Lo recuerdo todo de la manera más fría en la que lo puedo hacer. ¿Seré sincero? Nuestra relación murió poco antes de los primeros 2 años. Mi interés falleció poco después. Ella se sentía de la misma forma, siempre lo supe y lo confirmó esa misma tarde. Empacó sus cosas y subió a su auto. No hubo lágrimas ni perdones y mucho menos ruegos. Ambos sentíamos lo mismo y yo estoy agradecido que la que haya dado el primer paso y el más decisivo haya sido ella.
Colette hace que sienta cosas que creí desaparecidas, cosas que sentí hace muchos años cuando era muy joven.
¿Debo hacer algo al respecto?
Ayer estuvo todo el día en mi casa, con mi ropa, en mi cama y bajo mis cuidados. Mía. Se siente tan bien decirlo.
Me aseguré de que estuviera cómoda y mejorara. Hablamos sobre lo qué pasó la noche anterior, hablamos horas sobre libros y novelas, sobre poemas y héroes, sobre lugares que hemos visitado y los que quisiéramos hacerlo, sobre pensamientos profundos, sobre inseguridades, sobre nada interesante y sobre lo más importante. Todo esto me hizo darme cuenta de la naturaleza de mis sentimientos e intenciones.
Ella es mi musa, solo que no lo sabía. Pero yo no soy Ted Hughes ni su Mark Twain.
Estoy seguro de mis sentimientos por ella, y también estoy cómodo con ellos. ¿Ella pensará lo mismo que yo?
Decido salir de esa vieja librería y me voy a casa, tengo demasiadas cosas que preparar para mi siguiente semana. Me aseguro que dejaré que las cosas pasen y fluyan en su manera.
Por otro lado me preocupa la relación que mantiene con Harry, el maldito provocó todo lo malo de esa noche. Hago una nota mental para recordarle a Colette que debe tener cuidado con él. Nota mental número dos: yo debo de cuidarme de él por igual. Al ser alumno de la misma facultad, tiene la posibilidad de ir y comentar todo lo que vió e iinfligí en él.
Su padre es un hombre respetado en la universidad por sus donaciones y apoyo que le da, por lo que una palabra de Harry y quizás este es el fin de mi carrera allí.
Ahora debo preocuparme por Colette y por mí por igual. No puedo permitir que me arruine ni permitir que le haga daño a Colette.
Preferiría volver a los momentos en los que no sabía qué sentía por ella, pero ahora disfruto cada uno de ellos.
ESTÁS LEYENDO
Sobre todas las cosas.
Romance¿Tan escandaloso es un romance con diferencias de edades? ¿Porque no pueden aceptar el hecho de que alguien puede amar a una persona que incluso le dobla la edad? ¿O viceversa? ¿Cómo evitar tener sentimientos por alguien que no debes? ¿Acaso esto no...