"El Milenio Pokémon"/ 1ra Temporada

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Narrador Omnisciente

El corazón de la joven Kirlia yacía hecho pedazos mientras observaba con tristeza y preocupación el humo que poco a poco envolvía su amado hogar. Con aquel sentimiento de impotencia creciendo en su interior, cristalinas gotas de agua comenzaron a deslizarse por sus sonrosadas mejillas, estas, se veían cargadas con el sabor más amargo que cualquiera podría imaginar.

Beltaine hizo todo lo que pudo para consolar momentáneamente a la pequeña bajo su ala derecha, pero no fue suficiente, aunque quería alejar a su niña de todo lo que la dañaba, la realidad le mostraba una y otra vez que eso no sería posible. No esa noche.

Sin poder mantenerse ajeno a lo ocurrido, aquel Pokémon de avanzada edad se quedó con las palabras en la boca mientras el escenario que se reflejaba en sus orbes era consumido por las llamas. En la lejanía, el que alguna vez fue el Pueblo más tranquilo de la Región Sur, ahora se encontraba envuelto bajo un oscuro manto.

Las cenizas viajaban por el aire, a la vez que miles de preguntas asaltaban las perturbadas mentes Pokémon.

¿Habían hecho algo que en verdad les demostrara lo infelices que se merecían ser?; si, no... ¿Por qué?, ¿Por qué ellos?, ¿Por qué ahora?

Y aún sabiendo que la respuesta no les sería dada en el momento, continuaron así, incapaces de hacer algo por su Tierra.

𑁋¡Ahora! 𑁋. Otro grito más fue lanzado al aire esa noche.

𑁋¿Qué es lo que acaba de pasar? 𑁋preguntó Belta. En respuesta solo pudo obtener risas cargadas de satisfacción.

Aprovechando la conmoción que causó la explosión, el enemigo creó la celda en la que ahora se encontraban encerrados, lo extraño es que no estaba hecha a base de hierro o metal, sino que se veía tejida por múltiples ramas de árbol gruesas y resistentes que parecían salir desde lo profundo del suelo bajo sus pies.

Extrañado, el Gran Sabio arrugó el entrecejo. Ese movimiento tan complejo solo podía ser realizado por un mínimo grupo de Pokémon tipo planta.

Y cayó en cuenta.

Los 3 Pokémon enemigos que estaban en el Pueblo solo eran distractores para que los demás llegaran al objetivo principal. Como la Gourgeist notó que su objetivo no estaba solo, previno la llegada de la Capital y trajo ayuda extra, por eso es que ahora estaban el Simipour y el Houndoom con ella. Pero, aun sabiendo eso, no tenía ni la menor idea de quién había elaborado su reciente cárcel, pues tal movimiento no podía aprenderlo la única tipo planta ahí presente... ¿Entonces?

𑁋Veo que nuestra sorpresa no ha sido de su agrado 𑁋se burló Eris𑁋 pero no se preocupen, tan pronto como me entreguen a esa Kirlia todo esto acabará y podrán regresar a su hogar, o bueno... 𑁋pausó un momento para ver en la lejanía𑁋 al menos regresaran a lo que queda de el.

𑁋¡Malditos, de esta no se saldrán tan fácilmente, yo...! 𑁋pero fue interrumpida.

𑁋Pero tú... ¿qué? 𑁋cuestionó ahora el Simipour𑁋 ¿nos golpearás hasta dejarnos inconscientes y salvarás a tu niña? ¡Ja!, lo dudo. No eres más que un pájaro enjaulado.

Y nuevamente las carcajadas acudieron. Beltaine solo pudo apretar su pico por la frustración a la vez que su cuerpo emanaba un calor casi asfixiante.

𑁋Jajaja, muy bien dicho Plubio 𑁋le celebraba Eris al tipo agua𑁋 no son más que simple escoria 𑁋. Al término de esa frase, Eris chasqueó los dedos.

La jaula en la que se encontraban cautivos Quinn, Erea y Beltaine cobró vida al instante. Las ramas dejaron de entrelazarse a su alrededor y a cambio, sujetaron a los 2 mayores con fuerza mientras los elevaban considerablemente del suelo, dejando en el proceso, a la más joven en el césped.

𑁋¡¡Erea!! 𑁋exclamó desesperadamente Beltaine𑁋 ¡desgraciados, sueltenme y enfrentenme!... ¡Metanse con alguien de su tamaño cobardes! 𑁋. Pero su parloteo se vio silenciado en poco tiempo, el Pokémon Siniestro la atacó con un Colmillo Rayo, dejándola paralizada.

𑁋¡Belta! 𑁋gritó Quinn angustiado𑁋. Infelices, ¡tarde o temprano lo pagarán!

𑁋Puede que tenga razón, pero hasta que nos toque pagar... 𑁋le propinó un potente Golpe fantasma que lo dejó cabizbajo𑁋 seguiremos con lo que el amo nos ordenó.

Dolido, pero aún con algo de fuerzas Quinn habló.

𑁋Erea... 𑁋la pequeña solo pudo verlo con tristeza𑁋 huye.