𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚞́𝚗𝚒𝚌𝚘

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Era una mañana normal, el peli gris se alistó para ir a ver a su querida novia.

A pesar de que la había visto el día anterior ya la extrañaba muchísimo y no le gusta estar separado de ella mucho tiempo, era adorable pues ellos apenas tenían tres semanas de relación, se habían conocido en una aplicación para hacer amigos de todas partes del mundo.

En cuanto vieron el perfil del otro no dudaron en saludarse y sin bien al principio solo fue para ser amigos, poco a poco su relación fue creciendo y después de unos meses comenzaron a salir.

Ni bien se cumplía la semana de ser pareja, el chico tomo el primer vuelo solo para estar cerca de la rubia.
Un plan algo tonto considerando que apenas y podía hablar bien español, pero haría todo por estar con la chica que amaba.

Cuando el joven llegó al apartamento de su pareja se extraño un poco, normalmente el pasillo está muy limpió pues Lumine se encarga de que así estuviera siempre.

Dejo esos pensamientos de lado y saco la llave que la rubia le había dado y se adentro en el apartamento.

Sin perder tiempo fue hasta la habitación de su novia, dónde la encontró en su cama tapada con varias mantas y en una posición de cuevita.

Razor se acercó un poco y entonces se dió cuenta de algo, la chica estaba sollozando levemente, algo hizo click en su cabeza cuando noto una mancha de sangre en la sabana de su novia.

El chico rápidamente entendió todo y sin decir nada salió del cuarto de la rubia, no sabía bien que hacer pero luego recordó como su madre solía preparase tés y comer chocolates para alivianarse.

Así que con eso en mente puso rápidamente la tetera, y salió del apartamento.

Razor fue corriendo hasta la tienda más cercana, una vez ahí pidió varios chocolates y snacks que le encantaban a Lumine, también pidió varios productos femeninos, Algunas toallas y tampones, realmente no sabía que toallas usaba su pareja así que llevo cuatro paquetes de diferentes tamaños.

Pago todo y se fue corriendo nuevamente.

La señora que lo atendió miro al chico irse y una sonrisa llena de ternura se dibujo en su rostro, el chico era muy amable y considerado con su novia, no cualquiera iría con tanta prisa y pedir todo aquello para consentirla, además su poco manejo del español lo hacía lucir más adorable.

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Razor corría y la gente se le quedaba viendo raro, no era muy normal ver a un chico cargando tantas cosas de higiene personal femenina, pero al peli gris eso no le importaba, a él no le apenaba que lo vieran llevando aquellos productos, para el era normal pues su mamá le había enseñado que el periodo llegaba cada mes y que era de lo más normal del mundo y que no debía ver aquello como asqueroso.

En cuanto el joven llegó al apartamento preparar el té y se dispuso a ver un vídeo de cómo calmar los cólicos.

Hizo lo que la chica del vídeo le indicaba, tomo un par de calcetas de su pareja y les coloco dentro un poco de arroz para después llevarlo al horno de microondas y dejarlo ahí unos minutos.

Con el té en manos y algunos dulces fue a la habitación de Lumine, quien parecía estar sufriendo mucho, la joven incluso lagrimeaba por los retorcijones que le daba de ves en cuando.

Razor la levantó al estilo princesa, la cubrió con una manta y la puso en un sillón.

— Razor... No sabía que estabas aquí perdón— Se disculpo la jóven algo apenada se suponía que hoy te darían una cita, pero no contaba con que Andy le haría una visita.

— Tranquila.. Tomar té— le respondió el de ojos escarlata, mientras le ofrecía la taza con aquel líquido.

La rubia sonrió y acepto la taza, se tomó un breve momento para que su olfato contemplará el olor del té y después bebió un sorbo, el líquido caliente recorrió su faringe hasta llegar al estómago y siento un poco de alivio.

Mientras el chico quitaba la sabana manchada, Lumine al verlo quiso detenerlo, le daba vergüenza que su novio viera aquello, pero no pudo detener al chico.

El joven cambio las sábanas por unas limpias y cuando su novia termino el té, el se encargó de recostarla de nuevo en su cama.
Salió nuevamente de la habitación y regreso con las calcetas que había metido al microondas.

Con suma delicadeza coloco uno en la espalda baja de la rubia y otro en su vientre.

A la chica pareció gustarle la sensación de calor en quellas zonas pues el color regreso a su cara y su rostro reflejaba alivio, poco después la joven se quedó dormida y el chico aprovecho para sacar las sábanas sucias y lavarlas.

El tutorial que había visto le ayudo mucho ya que la chica explicaba como sacar las manchas de sangre a la perfección y vaya que no mentía.

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Más tarde cuando Lumine despertó, lo primero que hizo fue ir a la baño, necesitaba una buena ducha.

Pero antes de eso debía verificar que tuviera suficientes toallitas higiénicas.

Abrió el compartimiento donde siempre las guardaba y con asombro vio cuatro paquetes de toallas de distintos tamaños y uno de tampones.

La joven rubia sonrió internamente y fue a la sala para agradecerle a su novio.

Quien por cierto estaba descansando en la sala de la chica.

Lumine miro curiosa el celular que estaba en el pecho del peli gris el cual estaba prendido y se podía ver claramente un vídeo de cómo cuidar a una chica que tenía su periodo.

Se pregunto para sus adentros que había hecho para merecer un novio así de lindo y atento.

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𝑈𝑛 𝑑𝑖́𝑎 𝑛𝑜𝑟𝑚𝑎𝑙 𝑠𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑛𝑜𝑣𝑖𝑜𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora