Prólogo

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–No puedo decir que lo siento porque sería mentirte– Sus palabras llegan a mi como un balde de agua fría, y aunque no debería me lastiman, desde que regreso sabía que esto no estaba bien, todo era diferente, el había cambiado y yo también, tan solo por un momento realmente creí que volveríamos a ser él y yo contra el mundo –Tu sabias desde él inicio que eras mi misión, tu misma te metiste en la trampa-

–Muy bien soldado eres libre de irte– Steve toma la mano del hombre que dice ser mi padre y antes de salir de la habitación me dedica una mirada que jamás había visto en él, sus ojos parecen oscuros y él brillo que los inundaba  ha desaparecido – Sabes que debía hacerlo– Dice dirigiéndose a mí

–Pudimos haberlo tenido todo– susurro más para mí que para él
–Yo ya tengo lo que quiero– contengo las lagrimas y me convenzo de que nada de esto me puede afectar después de todo yo también lo use alguna vez –Buena suerte – y con esa última palabra Steve da la vuelta y sale de la habitación.

–Al fin estás en casa querida– dicr la voz que había escuchado tantas veces antes de dormir, la voz de mi madre, pero antes de poder voltear siento una aguja dentro de mi cuello y segundos después todo se pone borroso, lo último que mis ojos logran ver es oscuridad, oscuridad en la que ya no hay amor solo una interminable agonía.



Solo cambie ciertos errores gramaticales

Dark LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora