Las cosas entre Jeno y Renjun habían empezado de la forma más sencilla en el mundo, de la forma en la que el planeta sería un mejor lugar para vivir de solo utilizar esta increíble técnica: Una propuesta y una respuesta.
Era una noche de abril, día 23, sus amigos habían estado en la casa del cumpleañero pero luego de que la lluvia empezara decidieron que era mejor partir antes de que se pusiera peor. Renjun sin embargo dijo que esperaría a que pasara completamente —ignorando a Donghyuck cuando le dijo que corriera con el hacia casa—, cosa que no sucedió y de una forma u otra terminaron tomando, hablando y contando cosas de las que jamás le dirían a otras personas como los mejores amigos que eran.
No iban a mentir diciendo que todo surgió ese día, la atracción y la tensión sexual siempre habían estado ahí pero Renjun jamás pensó que Jeno se dirigiría hacia el de forma tan casual solo para decirle aquellas palabras que marcaron un antes y un después en su amistad.
-Creo que deberíamos dormir juntos y no decirle a nadie.
Luego le dio un trago a su cerveza, la respuesta de Renjun fue incluso más loca.
-Claro, ¿Por qué no?-asintió encogiéndose de hombros.
Y así había empezado su historia.
-No se porque no llega aún.Renjun soltó una risa cuando vio a Donghyuck maldecir por quinta vez en los tres minutos que llevaba en el celular, resumen del problema; Mark no contestaba sus llamadas y hacía mas de media hora que le había escrito al menor diciéndole que ya había salido y que se encontrarían en la fiesta de Lucas.
-Quizás es el tráfico Hyuck, solo cálmate.
El menor tomó una respiración mientras cerraba los ojos, pero no podía culparlo mucho, en estos días estaba lloviendo mucho y los accidentes habían aumentado considerablemente en Seúl.
Donghyuck bloqueó su celular una vez más antes de girarse de brazos cruzados, justo en ese momento vio al mayor caminando hacia ellos totalmente empapado.-¡Mark!
-Hey.
Renjun sonrió cuando los vio abrazarse, entendía su mejor amigo—y compañero de piso—su novio trabajaba a las afueras de la ciudad y muchas veces tenía que tomar viajes largos para llegar a casa, eso cuando tenían suerte, aveces Mark simplemente se quedaba en casa de un amigo porque estaba muy cansado para conducir o se quedaba en un motel porque no tenía fuerzas para seguir conduciendo hasta el centro de la ciudad.
-Junnie...-saludó el mayor aún abrazando a Donghyuck que seguía aferrado a su torso.
-Hola, Mark hyung.-sonrió sacudiendo su mano.
-Dios, me preocupaste mucho.
-Lo se, pero mi celular murio y no quería arriesgarme a ponerlo a cargar, esta lloviendo a mares.