—El capitán no es el último en abandonar el marco, el capital debe hundirse con el barco.
Ante aquella voz, todos se tensaron, y dejaron viajar la mirada por el salón.
¿Qué hacía ahí?, ¿Cómo había podido escapar del infierno?, se formulaba cada uno de ellos.
De reojo, Gabriel alcanzo a ver la sombra de unas alas en la pared.
—Como escapaste del infierno, caído —Miguel fue el primero en hablar, sacando su espada para defenderse en caso de que este los atacara, pero Gabriel coloco su mano sobre su pecho para calmarlo.
—Caído —repitió el ser—. Hace mucho que no me llamaban de aquella manera.
—Lo eres, ¿no? —expuso Miguel, mirando la sombra del ser.
—Parece que no guardas respeto ni temor por nadie, Miguel —comento con cierto interés.
—Porque deberías tener mi respeto, no eres más que un chico rebelde que desafío a su padre y por eso fue echado de su casa. Y ¿temor?, ¿en serio?, ¿acaso crees que somos iguales? Lucifer.
Lucifer rio, mostrándose ante ellos.
—No, no lo somos, y por ello, pronto caerán con él.
Antes de que pudieran reaccionar, un humo negro los envolvió, trasladándolos fuera de la ciudad oscura.
Jofiel intento atravesar el escudo, negándose a abandonar a Calix, pero este le impidió el paso.
—Ahora en verdad estamos en graves problemas —murmuro la naturaleza.
—Es solo Lucifer, ya no porta ningún poder —expuso Miguel—. Aunque debemos descubrir como escapo del infierno.
—Brawen —formulo rápidamente Samael, capturando la atención de todos—. Brawen es el único con el poder suficiente de traerlo, y si tuvo ayuda de Calipso, ya sabemos por qué no hubo alerta de su escape.
—Debimos cazarlos cuando escaparon de la batalla —menciono Semyazza.
—Debimos, pero había cosas más importantes en ese momento —agrego la naturaleza—. Pero no hay tiempo de lamentarse, debemos volver a la ciudad de luz y hablar con el rey hada —dirigió su mirada a Jofiel.
—Comienzo a creer que las hadas son los seres más estúpidos y avaricioso de las dimensiones —murmuro Miguel, siguiendo a los chicos.
🪶🪶🪶
Matis contemplaba entrenar a las letal, como otros seres. Sus movimientos había mejorados, sus poderes y fuerza había aumentado, pero en vez de sentir motivado, todo le resultaba una pérdida de tiempo.
—¿Sucede algo? —pregunto Rubí, colocándose a su lado.
—Todo me parece en vano.
—Matis, todo estará...
—No digas que todo estará bien, porque no será así Rubí —la volteo a ver—, tú no sentiste su poder, no vista la maldad en su mirada y sonrisa. Calix nos destruirá, y lo hará sin dudar.
—Calix volverá en sí, mi hija...
—Rubí, ella no es nuestra hija —expuso con autoridad.
Rubí sintió como si la hubiera apuñalado con cada una de sus palabras.
—¿Cómo te atreves a decir eso? —se mostró enfadada y dolida.
—Calix es una reencarnación, pero esa no la hace Azul. Su imagen puede confundirnos, pero su alma, siempre nos recordará quien es, y es obvio que luzbel.
ESTÁS LEYENDO
Mi Secreto: Entre Luz y Tinieblas. (Libro III) ⭐
FantasíaLa era de la extinción se acerca, con el final de la guerra. Nadie sabe quién ganará, o si quizás habrá un ganador. Lo único que saben es que la vida y el amor están en juego, junto con secretos del pasado. ¿Quién lograr sobrevivir en la guerra?, ¿...