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"¿Por qué no hacemos una lucha de espadas?"

Sunghoon observó la carta que había en su mesa, confuso. Su mirada recorrió el salón en busca de alguien que lo mirara, y sonrió al notar al agradable Choi Soobin observarlo con una sonrisa en su rostro.

Se levantó y fue en dirección a donde éste se hallaba, decidido.

"Cuando tú quieras" aceptó con coquetería el menor de ambos. Una expresión de confusión se alojó en el rostro del pálido al instante.

"¿Qué?" inquirió y Park sólo se limitó a sonreír.

"Ya sabes... la lucha de espadas"

"Sunghoon, no tengo espada para jugar contigo"

Sunghoon sonrió al ver como Soobin actuaba inocentemente.

"Soobin, si tienes espada..." miró hacia el bulto que había bajo los pantalones del nombrado.

Choi se sonrojó apenas al darse cuenta de dónde estaba situada la mirada de Sunghoon.

"Eres un asqueroso pervertido, Park Sunghoon" murmuró enfadado el mayor para después darle una bofetada al menor.

Oh, el de la carta no fue Soobin.

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