Sister [Chara]

13

Su respiración despegó desde el momento en que Undyne le dio la noticia. Su cabeza late con fuerza, el aire sale con tanta presión que se siente a estallar. El mundo está tratando de asfixiarla. ¡Su cuerpo está tratando de matarla! ¡Todo está en su contra hoy!

Rápido. Rápido. DEBE IR MÁS RÁPIDO.

Aún no lo cree posible. NO. No es posible. Ella nunca haría daño a nadie, ¿verdad?

Siente las lágrimas quemando como lava en sus mejillas. Arde y quiere retorcerse, ocultarse de todo y seguir con sus investigaciones lejos de todos. Pero debe afrontar esto. Su madre está en el hospital a medio morir, todo gracias a un estúpido jarrón que ella le lanzó. Qué tonto. ¡Todo es tan tonto!

Pero incluso si... Incluso si en verdad lo hizo, sus acciones están justificadas. Su madre intentó detenerla, ¡intentó frenar todo aquello por lo que se esforzó! A su madre nunca le importó nada sobre Chara o sobre los Dreemurr. ¡Ella solo estaba protegiendo lo que le importa!

Empujó las puertas del hospital con fuerza, todavía corriendo. Sus pecados trepan por su espalda. La culpa se agita con ansias de devorarla entera. Por más que lo intente su voz no sale de su garganta. Va a vomitar si lo sigue intentando. El aire frío, lleno de ese asqueroso aroma a muerte y desastre, empeora el ruido en su cabeza. Su cuerpo se está negando a cooperar con ella.

La recepcionista la mira con una increíble cantidad de impaciencia plasmada en su rostro. Ella no entiende, no entiende nada. ¡Nadie entiende!

Frisk se forzó a sí misma e hizo un brusco salto, aferrándose al escritorio de la recepción para tomar pluma y papel. Necesita saber que ella no es una asesina. ¡Ella no es como la gente que le quitó a su familia! ¡ELLA ES MEJOR QUE ESO!

Con gran rapidez escribió el nombre de su madre, rogando con la mirada que le aceptaran el papel así. La recepcionista pareció virar los ojos, indicándole el número de piso y habitación de su madre.

Debe arreglar este molesto problema para poder seguir con lo que en verdad quiere.

—¿Estás... seguro de que es por aquí? —Chara balbuceó, sus ojos entrecerrados inconscientemente.

Las luces brillan tanto, engullen toda la oscuridad a su paso. Las calles se ven tan extrañas. No sabe qué barrio es este o si siquiera siguen en su país de origen, pero esperaba algo más... ¿rústico?

Todo está lleno de brillantes carteles que parecen querer cegarla aún más. Su visión ya estaba mala por estar tanto tiempo en la oscuridad, pero esto terminará por arruinarla.

—Sí, todo está bien —Flowey la tranquilizó, indicándole que lo dejara en el suelo.

La flor monstruo le indicó que se quedara en su lugar, siendo su orden fácilmente obedecida. No sabe cuánto tiempo en total ha estado “fuera de servicio”. Fue apartada del mundo en un dos por tres, de forma tan brusca que no recuerda el día exacto en que fue secuestrada.