Mapo- gu, Seúl.
2013.Las pronunciadas ojeras bajo sus ojos eran la clara señal de que llevaba días sin dormir, la mirada fija en la mezcladora analizando la última pista que grabaron, el edificio Seven Seasons estaba casi desierto, y en su ultimo piso la única luz divisable era la de la última habitación. Los chicos se habían ido ya hace unas horas, todos excepto dos.
Taeil y Jiho.
Taeil tenía la mirada cansada, estaba al borde de quedarse dormido dentro de la cabina, no entendía como Jiho aún podía mantener los ojos abiertos de par en par, analizando cada sonido con extrema religiosidad, pero después de todo era su forma de ganarse el pan. A lo largo y ancho de la empresa existía el rumor a voces, "el demonio de Stardom está en el estudio", era simplemente sorprendente lo rápido que escaló el apodo por aquello pasillo. Las personas sabían ya de sobremanera que una vez dentro de aquella pequeña habitación, el se volvía el más estricto dictador, pero Taeil nunca se quejo, de hecho, el estar sentado las largas noches con el líder no le molestaba puesto que realmente era un ambiente tranquilo.
—¿Taeil, podrías repetir esa ultima parte?— el cabello plateado caía disimuladamente sobre su frente— se que puedes ir aun mas alto.
— por supuesto, solo dame unos segundo.— contesto, aclarando su garganta.
—adelante—dijo y se dispuso a regresar la pista para re-grabar.
Very Good seria su regreso y primer álbum desde el cambio de agencia, Jiho realmente había madurado desde el incidente de la entrevista del cual Taeil no deseaba ni acordarse, aun tenia bien grabada la escena de estar en el hotel, y mientras todos los demás dormían, escuchar la rasuradora provenir del baño acompañada de murmullos de culpa, incluso cuando El líder y el maknae se vieron en la necesidad de ser hospitalizados por esquizofrenia inducida por estrés.
Al ser el mayor, el de lentes también cargaba con un gran peso— todo eso se habría evitado si hubiera puesto mas atención — finalmente entendía lo que significaba madurar a la fuerza, no tanto por él, si no por Jiho y Jihoon. Una vez estuvo listo asintió hacia su compañero y este puso a correr la pista, Taeil trataba de soltarse, de sentir cada palabra que propiciaban sus labios, mientras de reojo miraba a su Líder, quien al escucharlo hacer aquella nota alta que tanto buscaba sonrió complacido.
— ¿Cómo estuvo esa?
—Fue genial! es exactamente lo que buscaba, Taeil, hiciste un buen trabajo.
El chico de lentes salió de la cabina y se sentó junto a Jiho, quien se volteo y le entrego los audífonos para que escuchara lo angelical que podría ser su propia voz. Jiho miro al mas bajo serrar los ojos para concentrarse en su propia voz, el de cabello plateado se puso de pie y camino hacia la mesa que se encontraba tras a ellos aferrándose al borde de esta, no quería preocupar a su hyeong, pero la cabeza le daba vueltas, la respiración le faltaba y una presión blasfema se cernía sobre su pecho, sus pupilas se contraían de sobre manera ¿Qué era eso?¿Un ataque de ansiedad?¿Demasiado estrés? ¿Por que justo ahora?, revivía su estado de hace unos meses con inmenso horror. Una mano se poso delicadamente provocando un giro brusco de su parte.
— Jiho, ¿Qué te sucede?¿te sientes mal?— la mirada de preocupación del mayora través de sus lentes era sobria.
Las manos de Jiho temblaban descontroladamente a si que solo se alejo de Taeil—necesito ir al baño— salió a tropiezos del estudio y corrió a través del pasillo hasta el baño, en el desierto baño, abrió la llave del grifo y comenzó a lanzarse agua fría en el rostro, se seco el rostro con una toalla de papel pero parecía no poder quitar el agua que había en sus mejillas, cuando se encontró a si mismo en el amplio espejo entendió por que, estaba llorando, esa clase de llanto del cual ni si quiera sabes por que lloras o en que momento comenzó.