𝓛𝓸𝓿𝓮 𝓐𝓯𝓯𝓪𝓲𝓻 |𝒥𝑒𝑜𝓃 𝒥𝓊𝓃𝑔𝓀𝑜𝑜𝓀

𝓐𝓭𝓮𝓵𝓪𝓷𝓽𝓸

𝓜𝓸𝓴 𝓖𝔂𝓮𝓸𝓷𝓰-𝓱𝓾𝓲

No podía irme sin escucharlo de su boca, un mensaje no era suficiente. Quería que me dijera en mi cara que no era suficiente mujer para él, que necesitaba empezar a salir con alguien más y que lo nuestro solo fue un amorío.

Necesitaba escucharlo decir esas palabras, de lo contrario no me marcharía nunca.

Pasé por recepción y no me importó la mirada que me dio su secretaria y sin pedir permiso entré en su oficina. Debí haber tocado...

Las imágenes de él y de otra mujer en su escritorio eran dolorosas pero necesarias, y aunque sentía que mi corazón se partía, sabía que tenía que ver esto para alejarme de una vez.

Como abrí la puerta de golpe ellos se sobresaltaron y por el ceño fruncido de Jungkook podía ver cuán enojado estaba por haberlo interrumpido, pero cuando sus ojos chocaron con los míos, pude ver un atisbo de fragilidad. Aunque este era falso, él no sentía.

— ¿Podemos hablar? — pregunté con la voz rota y conteniendo las ganas de irme contra él y rompen mis zapatos en su cara. Jungkook no dijo nada, solo apartó su rostro del de la mujer y me dio una mirada en blanco — ¿Podemos hablar? — volví a preguntar.

Le dio una seña a la chica que estaba con él para que se fuera, al hacerlo pasó junto a mí y me golpeó el hombro.

— ¿No te he dicho ya que tienes que tocar? — se puso de pie y metió las manos en sus bolsillos empezando a caminar hacia mi.

— ¡Eres un imbécil! — grité — ¿Por qué me haces esto?

— ¿Hacer qué...? Te dije que yo no mantenía relaciones con nadie — parecía tan enojado como yo — Te lo dije desde la primera vez que estuvimos juntos y tú aceptaste.

— ¿Ya te has acostado con alguien? — pregunté con amargura.

— Eso no tiene que ver contigo. Hemos acabado y cuando algo termina las acciones que vienen después ya no influyen en la vida de ninguno.

— Solo responde, Jungkook — le dije con la voz rota, viéndolo a los ojos— Han pasado meses ya, pensé que también sentías lo mismo... — hablé en voz baja, recordando cuanto tiempo había pasado desde que estábamos en nada — Seis meses también es bastante tiempo...

— No recuerdo haberte dado un período de tiempo. Te dije que esto para mi solo era una aventura — dio un paso más cerca de mi — Jamás dije que iba a enamorarme de ti.

— No lo dijiste, es cierto. Pero cada jodida vez que mirabas que yo quería ir un poco más allá tú aceptabas y me hacías creer que me amabas.

Recordé todas esas veces en las que fue medianamente amable conmigo, las veces en las que tocaba mi cabello antes de dormir porque sabía que yo tenía pesadillas. Las ocasiones en las que me compró mi desayuno favorito o cuando envió tarjetas de regalo por mi cumpleaños.

Debí de ser tonta para no ver las señales, o estar demasiado enamorada como para creer que esas pequeñas cosas eran una forma de mostrar sus sentimientos.

— Eso lo hice para que no te enfadaras conmigo. Gyeong-hui, yo no quise que malinterpretaras las cosas — estiró su mano y puso un mechón de cabello tras mi oreja — Jamás te dije que sentía algo por ti.

— Te dije que te amaba...

— Y yo te dije que no era mi culpa — apartó la mano y frustrado la pasó por su cabello — Tienes que olvidarte de eso.

— ¿Por qué no quieres intentarlo? — pregunté, consciente que su respuesta era la misma. No me amaba.

— ¿Por qué querría? He pasado muchos años de mi vida evitando esto, tratando de que ninguna mujer se mezcle lo suficiente conmigo como para que crea que podemos ser algo — cada palabra que salía de su boca era dolorosa de oír — Contigo no es diferente. Sí, nos mantuvimos monógamos por mucho tiempo, pero eso fue por decisión tuya. Te dije claramente que podíamos buscar a más personas.

— No es fácil para mi — le dije al borde de las lágrimas — Te dije que yo no acostumbraba a hacer eso.

— Y yo te dije que eso era lo único que podías tener de mi. Entiende, Gyeong-hui, esto no puede ser. Te envíe un mensaje anoche.

— Un estúpido mensaje que decía "no puedo seguir con esto. Buscaré a alguien más. Haz lo mismo" ¿Crees que es fácil de leer? ¿Crees que no me duele saber que para ti es fácil cambiar página?

— ¿Y qué diablos querías que dijera? — preguntó exasperado — ¿Qué te amo y no puedo vivir sin ti? ¿Qué en todo este tiempo no he hecho nada más que desear un futuro contigo? — tontamente asentí. Jungkook se rió amargamente — No, nada de eso pasa en la realidad.

— Eres un imbécil mayúsculo — le dije con asco y dolor — No entiendo como pude enamorarme de ti...

— Exactamente lo mismo me pregunto. Nunca te di pie para que lo hicieras — lo miré a los ojos y no mentían, estaban vacíos como siempre, como no se supone que deben de estar cuando vez a la persona que amas — ¿Algo más?

— Sí — limpié las lágrimas que ya habían caído — Deseo que te enamores de alguien y que te deje, para que entonces puedas sentir como yo.

Di media vuelta y salí de su oficina. No pude controlar las lágrimas que salían de mis ojos, el dolor en él pecho era mucho.

Deseaba regresar el tiempo y olvidar el momento en el que lo conocí, sabía que esto era mi culpa por imaginar más de la cuenta. Pude haber parado en el momento en que me dijo que solo era algo físico, pude haberlo hecho y escuchar a todos los que me decían que él no valía la pena. Pude haberme evitado este dolor, pero solo hice que se prolongara más.

Me aferré a la falsa idea de que podíamos ser algo y a pesar de que nuestro futuro no existía yo quise forzarlo y apostar por él. Me enamoré de la idea de nosotros juntos y olvidé por completo que no debí hacerlo, que Jungkook y yo no existiamos después de la cama, que eso era todo lo que teníamos.

Quería regresar y gritarle lo que sentía por dentro, pero eso solo lo iba a hacer peor, él no me quería, él no quería esto y yo tenía que aceptarlo.

Bajé hasta el estacionamiento en busca de mi auto, necesitaba marcharme y no volver atrás. No quería verlo más e iba a tratar de olvidar de que en mi vida hubo un hombre llamado Jungkook. Que hoy en su oficina era la última vez que necesitaba pensar en él, que no existía más.