-André Tacker ven aquí señorito. ¿Tú te crees que se puede dejar esto así?-Dijo mi madre.
Exacto este es mi nombre. André Tacker. Por que André y no Andrés, no lo sé, cosas de mis padres.
Después de haber pasado mucha mierda, me recuperé, gracias a mis padres y a él psicólogo pero me recuperé.
Iba todo bien. Después de haber estado dos años sin amigos, por fin los había conseguido. Después de pasar malas rachas por el divorcio de mis padres, logré verlo desde otro punto de vista y me los encontré bien y felices. Cada uno por su lado.
Por primera vez todo iba bien en el juego de la vida.
Pero como este juego tiene que ser infinito, una pieza del puzzle que había sido completo por presión, se separó.
-Lo siento mamá.
Mi madre es una mujer con dos dedos de frente la cual se esfuerza por lo que quiere. Ella es valiente. Se vino a vivir a España con tan solo 18 años ya que no tenía futuro en Venezuela. Dejando a su familia atrás ya que ellos creían que esa situación se mejoraría, se metió en un negocio. Hizo algún que otro máster y acabó montando una empresa ella solita. Todavía no entiendo como lo hizo. Sinceramente es un gran ejemplo de grandes mujeres.
Luego está mi padre. El ha trabajado en muchos sitios distintos. Ha estado en los puestos más altos del marketing. Y hasta a logrado dirigir una empresa desde cero. Otro del que coger ejemplo.Ambos trabajan en marketing.
No voy a dar mucho detalle sobre su divorcio ya que en realidad no me importa tanto. Pero fue una pieza del puzzle que costó encajar.
Después de toda la mierda que había pasado yo estaba bien. Hasta que llegó una noche cualquiera. Es como un monstruo creado por tu subconsciente. Ansiedad.