Era un día normal en nuestra escuela Anormal superior en lenguas muertas. Estábamos en clase de lengua española cuando un compañero se levantó con la intención de hablarle a la profesora Peral.
Marcelo Aguirre, un compañero no muy inteligente, que se consideraba el bufón del curso. Siempre venía con algún chiste poco gracioso. Y al ver que se acercaba a la profesora, ya nos esperabamos algún chiste malo.
— ¿Acaso las chicas no encaran? ¿Son los chicos los que lo tienen que hacer? — dijo la profe.
La profesora siempre daba charlas "motivadoras" sobre la sexualidad y la igualdad de género, pero nadie le prestaba mucha atención. Fue entonces que Marcelo se levantó, se dirigió a la profe y le dijo
— Profe, ¿acaso quiere saber lo que es encarar?—
Todos mis compañeros comenzaron a burlarse de él, ¿acaso se quería encarar a la profesora Peral?
Sin darme cuenta, todos los estaban mirando asombrados. Marcelo había besado a la profesora.
Quedamos en shock, sin decir nada al respecto. Marcelo se alejó sin decir una palabra y volvió a su asiento.
La profesora, también estaba asombrada, pero no parecía molesta. La clase continuó como si nada.
Cuando terminó la clase, la profesora se retiró sin decir nada a la sala de profesores. Mientras, todos se amontonaban encima de Marcelo para preguntarle que pasaba en su cabeza para besar a una profesora. Este no contesto ninguna de nuestras preguntas y se fue al curso de al lado.
Nos miramos atónitos entre todos y tratamos de entender que era lo que había pasado. ¿Marcelo besó a una profesora?
Tratamos de olvidarnos de lo sucedido al respecto y la profesora faltó toda la semana siguiente.
Al llegar el lunes. La profesora llegó más temprano de lo normal al igual que Marcelo. Se encontraron varias veces por los pasillos, sin embargo, no se hablaron.
Marcelo fue al curso para charlar con su amigo de toda la vida, Facundo Casona pero este no le dirigió palabra alguna. Al notar esto, Marcelo se preguntó ¿Que podría haber hecho mal para que su amigo no lo salude?
Simplemente se dirigió hacia mí, con la intención de saludarme. Aparte mi cuerpo y le pregunté.
—¿Por qué besaste a la profe Peral?— me miró como si dudara de su respuesta.
—No sé, creo que me gusta— ¿acaso le gustaban 30 años mayores? él solo tenia 14 y la profesora unos 50 años.
—Me parece que tenes serios problemas mentales, no te llamaron del gabinete psicopedagógico?— pregunté suponiendo que la profesora había hablado, un alumno la había besado, si yo fuera ella habría denunciado lo sucedido.
—No me dijeron nada, tampoco hable con ella hoy, me iba a buscarla ahora, ¿me acompañas?–
Realmente no tenia muchas ganas de acompañarlo, ya que sería una situación muy incómoda, teniendo en cuenta más todavía que la profesora me generaba miedo; pero aún así la curiosidad se apoderó de mí y fui con él.
Caminamos por los pasillos hacia la sala de profesores, con las miradas de todos los chicos, tanto menores como mayores, posadas en Marcelo. Era sabido que algo tan inusual como aquello iba a llegar a boca de todos, pero no esperé que fueran tan indiscretos, aunque Marcelo no parecía afectado en absoluto con la situación.
Llegamos a la sala de profesores, y para mi suerte la profesora no estaba. Se encontraba la profesora Juarez, una profesora odiada por todos ya que su materia era una de las que menos entendían, física. Amaba esa materia, así que le hice señas a Marcelo y fui a saludarda.
—Buenas tardes profe, ¿cómo esta? disculpe que la moleste, ¿no la vio a la profe Peral? el preceptor me informó que ya está incorporada en la escuela de nuevo— la profesora hizo un gesto de disgusto y me respondió indiferente
—Buenas tardes Juliana, no. No la ví, pero ¿vos no deberías estar en clases?— Lo había olvidado por completo, ya era hora de entrar y teníamos clase. Me fijé a mi al rededor para ver si el profesor Molina se encontraba. Definitivamente ya estaba en el salón. Me despedí de la profesora Juarez y me retire con prisa olvidando completamente a Marcelo. Cuando llegue al aula Marcelo no se encontraba, le pedí disculpas al profesor por la tardanza y la clase siguió normal.
Al llegar el receso, Marcelo seguía sin aparecer. Localicé algunos de mis amigos para buscarlo, nos dividimos en grupos y comenzamos la búsqueda en la escuela.
El receso solo duraría 15 minutos, y la profesora nos había robado 5, así que teníamos 10 minutos para buscar. Con un grupo reducido buscamos por el lado este de la escuela. Nos dirigimos al laboratorio de biología... y ahí estaba él...
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<<Entre amores y desgracias>>
Fanfictionel amor de un alumno (a)normal y sus profesoras. ¿Será posible este encuentro prohibido? ©Todos los créditos reservados a mi (Juliana Argañaraz) Personajes y corrección by: Carlita Escalona.