1/Del mínimo

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El pobre hombre se resguardaba de todo y de todos, agotado de inundar su vista con líneas rojas yendo de aquí para allá, agobiándolo, tanto así que por un tiempo simplemente no quiso ver a nadie.

Así se hizo conocido en todo el pueblo la mala actitud del cuervo, reconocía que solía ser bastante gruñón pero tenia sus motivos.

Pero una vez que él llego, sus días malos se transformaron en recuerdos lejanos, como un sueño no muy lucido de su infancia. Brindándole unos instantes de paz.

Solo unos pocos instantes, hasta que su cerebro proceso el suceso y su meñique ardio. Dejandolo helado.

-Hola, soy Fargan, dijeron que tu vendías frutas o algo así- Habló. Su extremo. Su otro lado del hilo que nunca supo que tenía... Estaba frente a él y hablaba sobre verduras.

A Focus casi le da un paro, su cerebro no comprendía cómo o porqué su hilo acababa de formarse frente a él, justo en su cara. Casi cae inconsiente.

-Eh... ¿Estas bien?

Observación errónea, efectivamente el cuervo acababa de desmayarse.

-¿Hombre? ¡Oh Jesucristo!- Lo ultimo que sintió fueron las manos cuidadosas sosteniendo su cuerpo, luego perdió completamente la conciencia.

[...]

Apenas era un niño cuando comprendió el significado de aquellos hilos, cuando supo que lo que él veía nadie más podía ver, cuando supo que no debía ser así y que era un niño extraño. Cuando quería llorar de frustración porque sus padre no le creían y sus compañeros se burlaban de él.

Así que con el tiempo simplemente lo había dejado de lado, ya no fue el mismo que antes y ya no hablaba del tema. Verlos era parte de su realidad y vida diaria, pero fingiría que no.

Focus ve hilos. [Farcus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora