Expectation For His Kisses -the GazettE/Yaoi-

15-𝕭 |𝕮𝖔𝖓𝖉𝖎𝖈𝖎𝖔𝖓𝖊𝖘 - 𝕭|

NOTAS DE CAPITULO:

Bastante largo n_n

El lemon? Hagamos un acuerdo nee?

Nos vemos en las notas finales =D!

Por cierto, yo no se si a alguna de ustedes les pareazca romantico McDonald's? Si es así, lo siento xD (?)

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Aoi estaba dando vueltas por el apartamento del menor mientras este terminaba de arreglar unas cosas con sus partituras. Había pasado toda la tarde dándole vueltas a la condición y cada vez le veía más problemas.

- Nee Uruha... acerca de la condición... – Uruha apenas levantó la mirada de los papeles que tenía al frente.

- ¿Uhm? – murmuró al ver que Aoi no seguía hablando.

- ¿podrías cambiarla?

- No – respondió el castaño sin siquiera pensarlo. Aoi gruñó algo inteligible y se acercó al castaño, de manera que su respiración chocara con el cuello del más alto. Sonrió cuando Uruha tembló casi imperceptiblemente, pero Aoi pudo notarlo.

- Puedes pensar lo que te digo aunque sea... vamos... hay otras maneras en las que nos podemos divertir – susurró metiendo una de sus manos entre el sweater del menor y luego su franela para tocar la piel caliente del otro con sus manos frías. Uruha suspiró, pero negó.

- No... ¿crees que voy a ponerte como condición para tener sexo... que tengamos sexo? Por dios Aoi – el castaño se rió entre dientes y Aoi frunció el ceño. Uruha dejó al fin los papeles que estaba revisando en la mesa y miró su reloj – es mas, ¡vamos hoy!

- ¿hoy? ¿ya? - ¿sin un tiempo de prepararme mentalmente?, lo último lo pensó Aoi pero no lo dijo. Uruha sonrió y asintió.

- Si, hoy. Son las cuatro, vete a tu casa y arréglate – miró a Aoi de arriba abajo y le hizo un gesto para que se fuera - te espero a las seis – sonrió. El pelinegro no se movió hasta que la información pareció llegar a su cerebro y salió rumbo a su casa.

Se planteó la posibilidad de simplemente quedarse en su casa, pero lo pensó mejor. Si había tardado una semana para que Uruha le pusiera una condición, no quería imaginarse lo que le costaría conseguir lo que quería si Uruha estaba molesto.

Al llegar a su apartamento se puso lo primero que encontró en su armario y antes de salir agarró una chaqueta con una bufanda y unos guantes, esa noche prometía ser bastante fría.

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Uruha se sorprendió, no podía negarlo.

Estaba casi totalmente seguro de que Aoi simplemente se quedaría en su casa en el mejor de los casos, o se buscaría una chica cualquiera.

Pero no, ahí estaba.

El castaño ni siquiera se había tomado en serio la tarea de vestirse.

- ¿aún no estás listo? ¡Apúrate! – Aoi parecía obstinado y Uruha se obligó a dejar de verlo mientras sonreía tontamente mientras buscaba que ponerse. Cuando vio el reloj ya eran las seis y media y la película que quería ver comenzaba en 15 minutos. Sin agarrar nada más que un sweater sencillo, salió corriendo agarrando a Aoi por un brazo y jalándolo todo el camino hasta el carro del mayor pero este lo detuvo antes de que pudiera montarse – nos vamos en taxi – anunció. Uruha lo miró como si acabara de decir una broma, pero la seriedad del pelinegro hizo que su expresión cambiara drásticamente.