"Caída oscura" - Colombia & Nordicos (cancelada)

Prólogo; Caída del tirano

Un templo destrozado, un tirano derrocado.

El silencioso ambiente de la noche se había vuelto más liviano de lo normal.

Pues el culpable de la inestabilidad del reino había sido su propio rey.

Un ser cruel, el temor de todos. Que ahora mismo se encontraba tirado en el sueko y retorciendose de dolor, pero aún con el orgullo en alto.

Quién diría que sus propios asistentes lo traicionarían de tal manera, que al mínimo descuido se revelarían contra él y lo derrotarían, una puñalada en la espalda muy eficaz si me lo preguntan.

Hace nada había perdido sus poderes por alguna razón desconocida, estando vulnerable ante esos inadaptados.

La armadura del tricolor hace minutos qur fue destruida, ahora solo le quedaban sus ropas comunes, rasgadas y pegadas a su cuerpo por el sudor. Éste mismo sufrió rasguños y golpes que apenas si pudo soportar, pero ya su cuerpo no daba para más.

Noruega: Tan sólo mírate, ¿hace cuánto no te derrotaban, viejo amargado?

El colombiano soltó una risa sarcástica y tosió un poco de sangre antes de hablar.

-Soy siglos más joven que tú, vikingo de quinta...-

Le escupió.

-Pues éste "vikingo de quinta" te ha pateado el trasero, yo que usted cuidaría mis palabras, su majestad, no tiene idea de con quiénes está lidiando-

-¡SÉ PERFECTAMENTE CON QUIENES ESTOY TRATANDO!, con mis antes leales cómplices...¡que me TRAICIONARON!, par de inútiles rebeldes...-

-Eso era antes, cuando tú tenías el poder-

Se fue acercando cada vez más a la figura en el suelo, hasta agacharse a su altura y restregarle en la cara sus crueles palabras.

-Ahora no tienes NADA.-

Le miró con una sonrisa burlesca, aún estando débil intentó atacarlo.

-Siempre me ha impresionado su determinación, alteza. Me pregunto si su cuerpo puede soportar otro tipo de cosas...-

Los ojos esmeralda del cafetero chocaron contra los azules del noruego, dedicándole una mirada con confusión.

-¿A qué te refieres?. Si ya me tienen aquí solo acaben con ésto, no tengo tiempo para titubeos, ¡matenme ya!-

El sueco se tronó los puños y sonrió de manera sádica.

-Con gusto-

Pero la misma mano de su hermano le detuvo.

- Me temo que no es tiempo de tu muerte.... aún no.-

Chasqueó loa dedos, Finlandia asintió y seguido de eso invocó un hechizo en su cuerpo, varios tentáculos de oscuridad sólida salieron de su espalda y tomaron preso al latino entre ellos.

El sudamericano se exaltó un poco, forcejeando con las pocas fuerzas que le quedaban para soltarse del agarre. Pero fue en vano.

-¿Qué mierd?..-

Éstos se enrollaron en su cuerpo y lo levantaron del suelo. Lo tenían atado de manos y piernas, éstas últimas estando abiertas, elevandolo en el aire.

-¿Qué es lo que quieren?-

-Oh...¿Nosotros?. Muchas cosas, créame, pero lo único que queremos de usted ahora puede decirse que ...un heredero-