Segunda sonrisa

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Casi como una respuesta del universo, los horarios siguientes de Law no le habían dado tiempo de lidiar con las nuevas molestias que se encontraban en el edificio de al lado, sin embargo, su guardia de dos días por fin había terminado y tenía un día libre, por fin podía descansar, las ojeras que se marcaban en sus ojos como un tatuaje no se irían, ya estaban arraigadas a su persona era algo característico desde su adolescencia, por su puesto que uno esperaría eso de alguien que puede titularse a la corta edad que él lo hizo, pero no todo era talento, era la muestra del esfuerzo y dedicación que habia puesto en la meta de convertirse en un médico, pero ¿ qué más podrían ser los sueños y las metas, sino un conjunto de sacrificios constantes? Law había ofrendado a su éxito incontables noches en vela, sin contar cuántas aventuras se había perdido, esas manchas bajo sus ojos eran simplemente su orgullo.

Pero en esta ocasión, llegó de madrugada y el cansancio acumulado lo había hecho desmayar apenas pudo desnudarse la parte superior, arrojando en una pequeña cesta la bata y camisa, exponiendo al resfrescante viento de la habitación sus negros tatuajes que ocupaban su espalda, pecho y brazos, se quitó los zapatos sin siquiera desabrocharlos, y se dejó caer en la enorme cama, ni siquiera saludó correctamente a Bepo, que tambien dormía plácidamente en el sofá de la sala, mientras tanto en esa espaciosa habitación blanca, decorada con dos enormes plantas a las orillas de la puerta, y un librero que ocupaba una pared completa, lleno de gruesos libros y revistas de medicina, la mayoría en otros idiomas, al aldo de la cama una pequeña mesa de noche con una lámpara y una vieja y desgastada fotografía en un marco de cristal, asi como su teléfono y cartera, se podia encontrar casi angelical al hombre moreno, su cuerpo parecía esculpido por alguna clase de ser con manos hábiles, cada línea que dibujaba sus músculos solo podía ser agradecida a la naturaleza, él claramente era una obra maestra.

Transcurridas apenas unas cuantas horas su placentero sueño se vio interrumpido, esa calma se vio rota de golpe en su subconsciente por una dulce voz algo masculina, que si bien no estaba desafinada, impedía conciliar el sueño. El cansado y molesto Law, golpeó furiosamente su almohada y gruñó, después de tomar un poco de sus inexistentes fuerzas se levantó de la cama, estaba tan molesto de ser interrumpido, después de todo él tenía más que merecido ese descanso, había realizado varias cesáreas, ya había traído sufiente vida al mundo como para desquitar unas horas de paz y tranquilidad, y no iba a permitir que se las arrebataran, al menos no sin dar guerra por ellas.

Después de pasar por un comedor y estancia demasiado grandes para una sola persona, llegó al ventanal, abrió la puerta y puso el primer pie fuera y mientras salía la voz se hizo más fuerte, podía escucharla muy claramente, incluso pudo sentirla en la piel, los vellos de su cuerpo eran prácticamente rozados por las ondas sonoras de aquella canción, sus sentidos estaban tan aturdidos que se despertó por completo, pero a pesar de ello era claro que no permitiría que eso siguiera, necesitaba silencio y estaba dispuesto a exigirlo; en la orilla del barandal pudo ver a unos escasos metros al chico de la última vez, esta vez sus ropas estaban limpias, traía puesto un sombrero de paja que parecía mucho más viejo que el destartalado edificio y unos audífonos blancos que resaltaban entre los negros mechones de cabello que caían al lado de sus orejas, el joven abría ampliamente la boca y dejaba salir un entonado "But I set fire to the rain..." cuando Law tomo una gran bocanada de aire y gritó con todas sus fuerzas
"ES SUFICIENTE" sorprendiendo completamente a su hermoso vecino, sus ojos estaban abiertos de para en par y se quitó los audífonos de golpe, desconcertado solo pudo concretar las palabras "¿Q-qué pasa?"
A pesar de haberlo asustado el cansado Law se encontraba lo suficientemente exaltado para replicar "Es suficiente, estás interfiriendo en mis preciadas horas de descanso, quiero que te detengas" para su sorpresa no hubo una respuesta agresiva, por el contrario, Luffy se encontraba avergonzado, su cara se había puesto más roja, era morada, ese gesto tan inocente movió algo dentro de Law, ya no estaba molesto, olvidó todo y solo quería que el pequeño estuviera tranquilo de nuevo, pero él nunca fue bueno con las disculpas, de hecho aparte de su habilidad médica era sumamente malo tratando a los demás, quizás se había excedido, no debio gritarle de ese modo, "Está bien si entendiste, no tienes que estar apenado, tu voz no es mala, era solo un mal momento para mí" ahora Law era el apenado, en realidad Luffy no le parecía un mal chico, y lo humilló inconscientemente, no estaba muy seguro de cómo solucionar la situación, unos segundos que se sintieron eternos para tener una suave respuesta "Perdón, por la hora no tenía idea de qué alguien necesitaba descansar, en serio que no lo sabía, ya había estado usando este horario para arreglar la ventana y parecía que no había nadie más, así que.." sin dejarlo terminar el sonido de su estómago resonó tan fuerte que los asustó a ambos.
Sonriendo sin darse cuenta Law dijo "Todo tú eres muy ruidoso" Luffy comenzó a reír muy fuerte, algo nervioso y apenado "Lo siento, estoy solo y no puedo preparar nada para el desayuno" se justificó el pequeño. "¿Por qué no?" Preguntó auntenticamente interesado Law, "Verás, siempre que intento cocinar algo, incendio la cocina" le explicó.
"Bueno pues si gustas puedo..." Law no pudo terminar siquiera la frase cuando Luffy saltó hacia su balcón a toda prisa quedando demasiado cerca de su espacio personal, haciéndolo dar un nervioso paso hacia atrás al sentir el cálido aliento de Luffy en su pecho desnudo, un ligero rubor se hizo presente en sus orejas, casi delatando lo consciente que era de la prescencia de alguien dentro de su sagrado campo de fuerza imaginario, pero esto no parecía importarle mucho al otro chico, ya que le esbozaba una enorme sonrisa, igual de brillante que la anterior, apenas había comenzado a calmarse el calor en sus orejas cuando la mano de Luffy tocó su pecho y rozó suavemente el tatuaje de su pecho, haciéndolo practicanente dar un salto hacia atrás, esta vez dándole un febril color rosado a sus mejillas.
"ah... lo siento, sentí curiosidad y te toqué involuntariamente" apresuradamente aclaró Luffy.
"Está bien, no fue nada" respondió Law.
"Es que son muy cools, con el color de tu piel y tus tatuajes me recuerdas a un Tigre... por cierto, soy Luffy, ¿ya vamos a desayunar?".
"Yo soy Law".
"Mucho gusto, ¿puedo llamarte "Tigre"?"
"No puedes"
"Pero si es un apodo genial, de verdad te queda"
"Haz lo que quieras" resopló Law tratando de evitar cualquier discusión, al final de cuentas solo debía darle algo de comer y el chico se iría a su casa. O al menos ese era el plan.

AU-LAWLU "Nuestro lugar favorito"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora