LA VIDA DE MÉXICO

Revelaciones

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Tres semanas después....

Ya pasaron las tres semanas, en estos momentos nos encontramos en el castillo del virrey, justo en el pasillo que da hacía el salón donde suelen darse los bailes reales, le pidieron a los imperios revisar la decoración de dicho salón para el día de mañana

-Ustedes igual deben de estar presentes en cada revisión, es su baile después de todo

Mi padre siempre ha sido así, incluye a sus hijos en cada cosa que haga, esto para que en caso de que el llegué a faltar por x o y circunstancia nosotros sepamos que hacer

En estas tres semanas he logrado tener una perspectiva diferente nuestros huéspedes, ya casi no me estreso y aprendí un poco tolerar las palabras de Francia y UK
Mi relación con N.Francia y Trece Colonias va muy bien por ahora. Si Trece colonias se que quedamos en que solo lo llamaría Trece pero no debo de acostumbrarme no quiero llamarlo de esa forma enfrente de nuestros padres, me metería en problemas, no debes de llamar a alguien más si es de la realeza por diminutivos, es una falta de respeto

Estaba admirando todo a mi alrededor, ya que este castillo es todavía más ostentoso y lujoso, excesivamente lujoso, y eso lo pude comprobar ya que la cara de Francia y UK reflejaba sorpresa pura, al parecer nuestros palacios si podían ser tan lujosos como los de ellos

Reconocí que estábamos por llegar al salón real, me encontraba apunto de dirigir mi vista hacia enfrente cuando me percató de una pintura en la cuál se encuentra mi madre en una cama y en sus brazos una bebé, a su lado se encuentra mi padre

Se ven muy felices, ¿En qué momento mis padres dejaron de mostrar esa felicidad? ¿Cuándo dejaron de amarse?

—Nueva España.

La voz de mi padre saco de mis pensamientos y de inmediato me dirigí hacía la puerta del salón de baile, me di cuenta que todos estaban esperando a que yo entrará

—Lo lamentó, padre.

—No os preocupéis, ahora entra tenemos mucho que hacer.

Tres horas después

Hemos estado ensayando para el baile durante las últimas horas, estoy exhausta pero no quiero verme como alguien perezosa que se cansa tan solo de bailar, aunque he de admitir que los movimientos son muy suaves no quita el hecho que no te canses, debes mantener el porte y la elegancia para verte bien y no pisar a los demás, y eso es muy complicado por suerte soy buena bailando o bueno eso me dijeron

—Es la primera vez que bailo con alguien que es segura de sus movimientos y muy ligera, N.España, estoy realmente sorprendido.

—Gracias por halagar a mi persona pero no es necesario que lo mencioné, joven príncipe Trece Colonias.

—Ya te he dicho que me llames solo Trece.

—Si pero le mencioné que no enfrente de nuestros padres.

Todos tenían su mirada en nosotros así que guarde la compostura y deje de hablar con trece para evitar problemas.

La voz de Francia me saco de mis pensamientos.

—Muy bien, este baile deber tener mucha elegancia recuerden siempre mostrar educación y mantener su porte, no doblen la espalda y mantengan su vista al frente, no expresen demasiado sus emociones, eso solo provocará que los demás no los tomen enserio.

—Y por favor comportense —el inglés al decir esto miro fijamente a sus hijos.

—Hija, en unas horas te mostrarán el vestido y todo lo que vas a usar así que procura estar en tu habitación, llevar a los príncipes a sus habitaciones, podéis ir a descansar.