Capitulo 2

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Nos dirigimos al laboratorio de biología... y ahí estaba él. Estaba ¿sentado en una mesa? Había alguien con él, estaban lejos y no se veía muy bien, así que decidimos acercarnos lentamente. Mientras mas nos acercábamos más teníamos en claro lo que pasaba. Estaba junto a la profe Peral. Sentado en una mesa. Rodeando su cintura. Uniendo sus labios en un tierno pero asqueroso beso. No me pueden juzgar, una profesora y un alumno, era realmente horrible de visualizar. Nos paramos todos en fila esperando hasta que se dieran cuenta de muestra presencia.

—¡Ejem!— aclaró su garganta Cristiano. Llevabamos 5 minutos parados y no se habían dado cuenta que estábamos observándolos.

—¿Qu-qué hacen ustedes acá?— balbuceó Marcelo nervioso.

—¡RETÍRENSE YA MISMO!— ordenó la profesora avergonzada. Nos asustamos así que nos íbamos retirando lentamente hacia atrás cuando Marcelo habló.

—Está bien Lucila, son mis amigos, podemos confiar en ellos— dijo tranquilizandola. No entendíamos qué era lo que estaba pasando. Con la misma duda, todos preguntamos las unísono.

—¿Lucila?— Nadie le decía así a la profesora, sabíamos todos que era una falta total de respeto llamarla por su nombre.

—Chicos, la verdad es que... Lucila, es decir, la profe Peral y yo estamos de novios— respondió orgulloso, levantándose de la mesa y tomando la mano de la profesora.

Todos nos quedamos boquiabiertos con miles de preguntas en la cabeza, ¿la profesora había aceptado a Marcelo? Nos quedamos sin decir una palabra, hasta que alguien rompió el silencio incómodo que se habia formado.

—Esto no lo puedo tolerar, me voy de aquí— se retiró Facundo. ¿Qué sucedía con él? ¿Acaso le daba asco? A todos, pero no íbamos a reaccionar así.

Marcelo parecía muy enamorado mirando a la profesora, no sabía si alegrarme de que él sea feliz o vomitar ahí mismo. Solo dije unas simples palabras.

—Felicidades Marcelin, me alegro de que sean felices juntos— traté de que mi cara de asquerosidad no se notara e hice mi mejor sonrisa. Todos aplaudieron y felicitaron a su amigo también. Y aunque se notara su disgusto, parecía que ni Marcelo ni la profesora lo habían captado, por suerte.

Nos retiramos luego de eso, ellos se quedaron allí hablando, o eso es lo que creemos que hicieron. No dijimos nada al respecto durante los siguientes días, era un suceso muy perturbador y extraño, y ya casi no nos juntábamos con Marcelo ya que prefería quedar con la profesora. Tratamos varias veces de persuadirlo a que venga con nosotros y no fuera con ella, al menos una vez. Pero nos negaba la invitación o pedía que invitásemos a la profesora a nuestras juntadas en mostaza. Se nos hacía algo molesto e incómodo invitarla, así que rechazabamos su oferta y simplemente íbamos nosotros solos. Es cierto que muchas veces recordábamos lo divertido que eran las juntadas cuando estaba él, pero no podíamos hacer nada al respecto.

El que más parecía afectado, por lo que estaba pasando, era Facundo Casona, era mejor amigo de toda la vida de Marcelo, y ya casi no se veían y siempre que hablábamos de él, agachaba su cabeza y su aura parecía tornarse oscura y depresiva. Y todos quedamos de acuerdo en no mencionar más aquel tema.

Los días pasaron y todos hacían como si no vieran sus saludos, que se basaban solo en compartir saliva, no queríamos causar problemas tampoco, ni que la profesora nos marcara por decir algo, ya que nos amenazó para que no habláramos con las autoridades.

Cada día veíamos como nuestro amigo se perdía más y más. Llegando al punto que ni nos saludaba, ni al llegar, ni al salir. Se la pasaba con la profesora y nadie se daba cuenta de nada.

Sus notas empezaron a subir extremadamente... y las notas de los que se atrevían a decir algo o mirarlos de mala manera bajaban hasta el mínimo.

Nadie decía nada. Nadie preguntaba nada. Nadie miraba nada. Nadie respiraba cuando se acercaba la profesora.

Iba todo de mal en peor. Facundo dejó de ir seguido a la escuela, solo iba los días que no teníamos lenguaje. No quería verlos y se notaba, pero seguíamos sin decir nada.

Marcelo tampoco trataba de acercarse a nosotros, simplemente era como si no existieramos más para él, lo cual nos dolía a todos.

Los meses pasaron... Todos seguía igual, hasta que un día... llegó con otra profesora.. una que conocíamos muy bien...

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⏰ Última actualización: Mar 13, 2022 ⏰

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