Hijo de la mafia M.Y'G P.J'M

06

YoonGi y JiMin estaban sorprendidos cuándo vieron que el pequeño Omega Bamg abría la puerta de su casa. YoonGi más que sorprendido estaba molesto, pues cada que veía la cara de Bamg recordaba la traición de Kim Seokjoon y de la perra de Hyuna reclamando una herencia que no le pertenecía.

— ¿qué haces aquí?.— pregunto él Alfa molesto viendo al pequeño Omega.

— yo... YoonJi me ha dicho qué podía pasar la noche aquí.— dijo el Omega nervioso bajando la mirada.

— claro que n...

— claro que sí, cariño no hay problema.— dijo JiMin mirando a su esposo mal.

— ¿Qué? !Claro que no!, él no pasará la noche aquí.— respondió él Alfa alzando la voz.

—mira tú cállate, Min YoonGi, sí despiertas SaeLign, serás tú él que no pase la noche aquí.— dijo el Omega mientras pellizcaba el hombro de su esposo.— mejor ve y espérame en la habitación desnudo.

— bien, me convenciste.— dijo YoonGi marchándose y dejando a los dos omegas solos.

Y así de fácil JiMin controlaba su marido.

Bamg estaba sorprendido por como YoonGi obedecia a su esposo sin enojarse por no ser él, el que tomara las decisiones, y sintió tristeza al darse cuenta que YoonJi nunca actuaría de tal forma.

— ven, cariño.— dijo JiMin acercándose al omega y dándole un abrazo.— tu habitación está tal cual como la dejaste.

— lo extrañé mucho señor JiMin.— dijo el Omega correspondiendo el abrazo.

— ya estás en casa cariño.— respondió JiMin.

JiMin guío por las escaleras ha Bang, y tal como dijo el Omega mayor la habitación estaba Cómo bamg la había dejado, todas sus cosas estaban ahí, todas sus cosas estaban en orden, todo lo que los Min le habían dado estaba ahí, su infancia y adolescencia.

— Gracias de verdad señor JiMin por dejarme quedar aquí.— dijo Bang.

Bamg siempre había visto en JiMin una figura materna incluso una paterna, él siempre lo trato como si fuera uno de sus cachorros, siempre lo amo de la misma forma que a sus hijos, siempre estuvo para él en las buenas y en las malas, incluso cuando YoonGi lo declaró enemigo de los min. Siempre estuvo ahí, protegiendo y cuando.

— nunca debiste haberte ido, está es tu casa, YoonJi tiene mucho que arreglar.— dijo JiMin sabiendo que su hijo tenía que hacer mucho por sus omegas.— descansa.

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— no puedo creer que lo hayas dejado quedar aquí.— dijo YoonGi.

— cállate... Sigue, Ahh... No pares!!.— gemio JiMin sintiendo como su esposo lo embestia.

— debería castigarte.— dijo el alfa apretando las nalgas de su omega.

— Ah... Si, ¡Si!... Castigame.— gimió JiMin frenéticamente.

JiMin apenas y habia salido de su celo.

Pobre de Bamg, teniendo que escuchar como sus suegros follaban, pero para ser sinceros, no era la primera vez que los oía. Bienvenido a casa.

Los Min siempre serían los Min, y había cosas que nunca cambiarían.