Querido lector, escribo esto con la tinta de mis lagrimas y el papel de mi corazón, pues todos estamos marcados por un mismo dolor, aunque este es el resultado de una causa distinta según la persona, pues yo, aún creyendo haberlo perdido todo, resultó que solo eran imaginaciones de una persona, a la cual, todavía le resulta increíble que alguien la ame, sin ningún objetivo más que estar conmigo el resto de nuestra existencia.
Pues cuando me obcequé en que su amor se desvaneció, resultó ser que solo requería que mis sentidos pusieran atención para poder observar que cada vez era mas intenso su sentimiento hacia mí, pues las palabras no son las únicas que tienen voz. Y ahí fue cuando me di cuenta de una cosa; la mayor muestra de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho habla poco.
Por ello, la palabra es la sentencia de la muerte de un sentimiento, cuando se ama no es necesario traducir ese sentimiento a palabras, si es grande, es lo suficientemente evidente para hablar por si mismo, y para expresarse, por ejemplo, por una mirada. Si no, cómo se justificaría el arte, donde una imagen sin necesidad de palabras nos ofrece un gran número de realidades a partir de una sola realidad.
Por ello, querido, es para ti mi silencio prolongado, te quiero decir tantas cosas de lo que siento, que mi silencio es quien mejor habla, pues así no perjudico lo que realmente siento. Así pues, sabiendo que de verdad me amas, te diré una última cosa, cuando el amor se habla, deja de ser un sentimiento y pasa a ser un pensamiento, por ello, dejemos de pensar y actuemos como Adán