Capítulo XVII

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9 de septiembre del 2021:

Queridos/as lectores/as, el tiempo me ganaba en todo momento, cada vez que iba a descansar se presentaba un problema o un mandado que realizar. No tuve la premisa de escribir lo acontecido de forma seguida.

Pasé mi cumpleaños #23, el 17 de agosto en un hospital.

Al comienzo de la mañana me puse sentimental con un bajón existencial, lo he planeado de forma diferente para pasar ese día que iba a ser muy especial para mí, pero la vida siempre nos sorprende.

El mejor regalo que pude recibir es el milagro de que mi padre esté con vida.

Fue consuelo para mí, pero los malos tratos que recibí en mi día especial fueron muchos, porque la atención... bueh, no es por tirarles la caña, pero les falta un poco de empatía.

No hice caso alguno a sus comentarios, así que supe sobrellevarlo, cuando empezó a oscurecer me llegaron muchos regalos hermosos, fui feliz por ese instante, nuevamente me tocó dormir en el hospital, pero esta vez fue en el predio dentro del auto, más cómodo que la otra vez.

Era mi cumpleaños, mi día y mi fecha feliz, el próximo año lo organizaré con tiempo y en honor a la situación que se había presentado porque fue el día en que sometieron a mi padre a su cirugía, que fue todo un éxito por supuesto.

Vendrán tiempos mejores, nuevas oportunidades, nuevos comienzos, nuevas aventuras...

MESES DESPUÉS...

He estado mal por un tiempo, no podía desahogarme entre tanta gente conviviendo todos los días, sola me reprimía el dolor y el cansancio que me embargaban.

Entraba en mi cuarto, lloraba por unos minutos. Mientras manejaba él automóvil se soltaban pequeñas lágrimas de mis ojos, la responsabilidad era cada vez extensa, por una parte, debo ponerme al día con la Universidad y por otro, las tareas de la casa y mi padre.

Desvelos. Una historia entre la pandemiaWhere stories live. Discover now