Samuel
Mar apareció en mis pesadillas durante toda la noche, las cosas que le podía haber pasado si no la hubiese encontrado fue todo lo que se dedicó a maquinar mi cerebro durante toda la noche, escenas que con solo pensarlas se me ponía el corazón en la garganta y los pelos de punta.
Sacudí la cabeza y con la respiración agitada me desperté de esa jodida pesadilla, me giré a un lado y a otro, Mar no estaba a mi lado. Me levanté corriendo pensando en que mi peor pesadilla se hiciese realidad.
Cuando salí por la puerta nos chocamos, nos miramos fijamente a la cara, solo podía ver miedo en esos ojos, la abracé fuertemente y empezó a llorar.
Mi pequeña...
—Mar joder... —Le dije aguantándome las ganas de llorar que me invadian todo el cuerpo.
—Lo siento... —Me contestó más fuerte.
—Tú no tienes la culpa de nada...
Le acaricié el pelo y con mis pulgares le sequé las lágrimas.
—Vamos a desayunar anda...
Le cogí de la mano y fuimos a la cocina a prepararnos el desayuno, fue tan curativo volver a escucharla reír, al menos ese rato se le olvidaba del porqué ahora estábamos en mi casa.
—Em... No quiero que te sientas presionada, ni mucho menos, pero... Necesito saber que pasó Mar... —Le dije lo más tranquilo que pude, necesitaba saber qué había pasado.
Me controlé por no llorar joder, casi la violan si no la hubiese encontrado...
—Pues... Fui con Adrien a esa discoteca y con sus amigos...
Adrien te voy a matar...
—Teníamos vip, estaba hasta arriba la discoteca como pudiste ver, perdí a la mayoría de vista pero antes de bajar a bailar le dije a Adrien que bajaba a lo cual él asintió...
Cuando acabo de contarmelo me falto nada para ir corriendo a buscar al imbecil ese y decirle en su puta cara que casi violan a Mar joder, pero me controlé, me puse una mano en la cabeza y ella echó a llorar, me levanté y fui a abrazarla, queria que se sintiera segura en mis brazos, que nadie le podia hahcer daño.
Hice lo máximo para que no pensase en lo que pasó y parecía funcionar, después de haber estado toda la mañana haciendo galletas y olvidándonos de comer por hacerlas, vimos Grease. Aguanté lo más que pude pero la noche anterior dormí de infarto y los ojos se me fueron cerraron poco a poco.
Unos gritos me despertaron de la pequeña siesta, bostezando fui hacia donde venían.
Eran Mateo, Axel y Mar.¿Qué cojones es esto?
—¿Qué cojones son esos chillidos? —Dije mirando a Mar, los ojos se me abrieron de par en par al ver a mis dos hermanos.
—Lo he escuchado todo —dijo Mar entre lágrimas— iros a la puta mierda los tres, ¡¿me habéis oído?!
No me dio tiempo a reaccionar... Porque Mar se había ido
—¿Pero qué coño ha pasado? —Les dije a mis hermanos
—Tenemos que hablar Samu... —Me dijo Axel
Me puse la mano en la cabeza intentando asimilar lo que había pasado en menos de lo que cantaba un gallo.
Nos dirigimos uno detrás de otro en la mesa de la cocina, ninguno sabía por dónde empezar y eso que nos teníamos que decir mil y una cosas.
—A ver... —Dijo Axel —Hace como dos semanas fui a un restaurante y vi a Mar, cosa que, yo solo la conocía por los maravillosos desfiles que hace, en ese momento no caí que era tu Mar, Samuel.
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Algo más que un amor de verano [#2]
RomanceHan pasado dos años desde que Mar y Samuel se vieron por última vez, aquella tarde en el campamento. Mar va a cumplir su sueño de desfilar en una pasarela que le llevará a cabo a cumplir otro de sus sueños, y Samuel, como no, por casualidad o capric...