—¿Ya alístaste tus cosas? —cuestionó una mujer que parecía estar ingresando a la mediana edad.
Una joven de cabello castaño rizado rebelde medianamente largo, con dos trenzas, compuestas por otras tres pequeñas, colgaban de ambos lados para despejar su rostro. Ojos cafés cubiertos por un par de anteojos rectangulares de marco azul eléctrico. Vestía un chaleco polar grisáceo holgado con cierre, polera de algodón negra con estampado de la cabeza de un lobo, pantalones de mezclilla azules, un cubrebocas negras desechable y zapatillas deportivas grises.
Sonriendo dió media vuelta hasta quedar de lado frente a las tres personas presentes en la puerta que conectaba con la calle, aunque el portón que estaba en el primer piso del departamento era la que conectaba el apartamento que recibieron del gobierno, pero el espacio era muy reducido y fácilmente el sonido traspasaba las paredes, A pesar de todo, seguía siendo un lugar habitable... cosas de Latinoamérica.
En su espalda cargaba su fiel mochila negra con algunos detalles fucsia, la cual siempre tenía manchas de polvo y estaba repleta de objetos "innecesarios", pero a su dueña solo le gustaba estar preparada en caso de cualquier situación, significando que cargaba con infinidades de cosas, hasta algunos creían que llevaba una especie de agujero negro camuflado como mochila, y junto a sus pies había una maleta gris con ruedas (usada) de su progenitora para viajar.—Seh —palpó la maleta, a la vez sacudió medio cuerpo para agitar la mochila, provocando que tintineara la campanilla que colgaba junto con un llavero de un personaje de anime—. Mi Zenitsu también, jaja.
Su familia no pudo evitar sonreír con cierta tristeza y diversión, pero solamente su hermanita de cinco años no pudo evitar rodar los ojos, negar con la cabeza y reclamarle divertida.
—Ayyy, Adileeet, el Zenitsu no está vivo.
—Nooo, si está vivo, mira como se mueve —procedió a sacudirse de nuevo, haciendo que el llavero volviera a agitarse junto con la campanilla—. ¿Viste como se movió?
—Ya ya, si, está vivo —aceptó la menor para seguirle la corriente, aunque sin creerle—. ¿Y cuando vas a volver de China?
—"Japón" cabra chica >:v —y le dió un pequeño zape en la cabeza que hizo reír a la pequeña—. Te dije caleta de veces que era Japón, en dónde están esas galletas delgaditas y largas sabor a flan con plátano que te gustan.
—¡¿Los Pocky?! —empezó a dar brinco de la emoción, sacando la lengua con el claro mensaje de estar saboreando mentalmente aquellas galletas japonesas—. ¡¿Me podi pedir las 42 cajas de Pocky?!
—Se dice "me puedes traer" —corrigió la castaña—. ¡¿Y a donde cresta me voy a meter todas las cajas?!
—En tu mochila poh —señaló con su dedo.
—¿Y con que plata voy a comprar todo wso? ¿Y si salen más caros allá?
—Te presto plata —respondió con inocencia mezclada con simpleza—. Acuérdate que tengo monedas en mi alcancía.
—Eso no me alcanza ni para el colectivo —levantó una ceja.
—Entonces que la mamá te pase uno de esos billetes naranja o azules.
La progenitora de ambos posó las manos en la cintura con algo de indignación y diversión.
—Mirenla a ésta —el par de hermanas rieron de manera complice—. Que eri's patua tú, cabrita chica.
—Pero quiero que la Adilet me traiga Pocky's de Japón, haber si saben diferentes —infló las mejillas y se cruzó de brazos.
La joven palpó la cabeza de su hermana con una sonrisa, luego la atrajo hacia ella misma y abrazo su cabeza.
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Yo en Boku No Hero Academia ~Realidad Onírica~
FanfictionTal como dice el título, trata sobre mis aventuras (de Adilet) que he vivido en mi realidad onírica. Hay escenas parecidas a la trama original, contadas desde mi punto de vista, mientras que otras escenas son diferentes e inesperadas. Bueno, la con...