Capítulo 38

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9:16 AM

Su cuerpo por alguna razón se sentía pesado, pues ni ella misma podía mover sus brazos como lo deseaba, lo mismo sucedía con sus piernas. Estando ahí en el suelo con su cuerpo sobre un colchón, abrió sus ojos lentamente viendo principalmente las extremidades que sentía con gran peso encima. Sus muñecas con cadenas conectadas a la pared al igual que sus tobillos, aquella bufó, creyendo tales objetos innecesarios para mantener su cuerpo inmovilizado.

—Como si esto me detuviera. —sonrió comenzando a acomodarse en aquel colchón, sentándose y recargando su espalda en la pared de la habitación, viendo frente suyo a su antonegra mirándola con cierta felicidad en el rostro.

—Dímelo a mí. —la chica vio la manera en la que mantenían inmovilizado al chico, sin duda él sí que no se podía mover aunque quisiese, al menos podía tener control sobre su cabeza, pero nada más.

Yubin acomodó su cuerpo en la pared al igual que recargaba su cabeza sobre la misma, una gran sonrisa formándose en su rostro al ver a su antonegra frente a ella. Una de esas sonrisas que son tan difíciles de ver en la chica, pues sus ojos achinados y esa sinceridad con la que su boca hace un sencillo movimiento hasta formar una expresión feliz simplemente mostraban un efecto de aprecio y alegría por ver al menor frente a ella. Desde luego que Hyungseo se alegró de verla sonreír de tal manera, una relación de ambos que a pesar de que no fuera tan constante, es honesta y sin engaños.

—Mira esa sonrisa, parece que veo a la Yubin de ocho años que jamás pude conocer. —Hyungseo la miró encantado, devolviéndole la expresión de manera más cálida.

—Bueno Moon, de todas las cosas que me han pasado en este tiempo, verte ha sido lo único que me ha puesto feliz.

—Por favor, Señorita Lee, ni se le ocurra iniciar a jugar con mi mente. Soy más fuerte e inteligente de lo que crees.

Con aquello dicho, Yubin sonrió leve y de lado, sin dejar de mirar a su antonegra. En ese minuto de silencio, analizó con más seriedad la manera en la que Hyungseo estaba amarrado de pie sobre esa reforma de metal.

—Una pregunta, Moon—miró de reojo sus cadenas y candados, regresando enseguida su vista al rostro contrario—, ¿Por qué te tienen atado así? —analizó esta vez su rostro esperando por la respuesta, ya que cuando la tuvo, sonrió internamente por lo exitosa que fue ante su trabajo de llenar la cabeza de Hyungseo con mentiras.

—La tienen. Intenté escapar, pero hasta ahora no ha sido posible.

Yubin asintió con la cabeza despacio, cerrando sus ojos por unos segundos al sentirse relajada en el ambiente en el que estaba, pues vaya, al menos en ese espacio con Hyungseo se siente en paz, ocasionando incluso que su mente se despeje de todo aquello que llega a ser un estrés completo. Lo mismo fue para Hyungseo, porque a pesar de que es consciente de las atrocidades que su jefa ha cometido, de alguna manera u otra sabe también lo que ella ha hecho por él. Sentimientos mutuos que causan que ambos se sientan adormecidos por alguna razón, aquel sentir que te hace sentir tan relajado que piensas que puedes caer en un sueño tan profundo como nunca.

—¿Sabes que te van a matar, cierto? —Hyungseo habló con una voz cálida, sin ser tan fuerte a su alrededor, pero el nivel suficiente para mantener esa aura en calma.

—Quiero ver que lo intenten. —ambos sonrieron—. ¿Recuerdas nuestra primera borrachera juntos? Tu, yo, Kim, Lee. —la sonrisa que mostró Yubin dio a mostrar sus dientes, recordando con aprecio lo anteriormente mencionado.

—Diablos. ¿La vez que la señora de la tienda nos corrió? —al preguntar aquello, hizo una expresión facial mostrando asquerosidad, provocando que la chica riera.

𝐄𝐂𝐎 [Sunnew] ©︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora