Padre

Capítulo 1

Mis pasos apresurados casi me hacian correr por el hospital.

Cuando recibí la noticia de que se le había roto la fuente conduje lo más rápido que pude, pero debido a el trafico por la lluvia había llegado tarde.

Tan rápido ubique la habitación entré y en ella encontre mi paz.

— Sakura... —solo pude decir al verlas.

En la camilla estaba mi esposa con un bulto de mantas en sus brazos.

Me acerqué lentamente hasta que pude ver a la pequeña y delicada criatura que estaba cubierta en una calientita cobija.

Acaricié su cabeza que tenía un poco de cabello negro.

— ¿Quieres cargar a tu hija? —preguntó Sakura, por su voz pude adivinar que había llorado un poco, pero con este acontecimiento incluso mis lagrimas querían salir.

Cuidadosamente me la paso a mis brazos, un poco torpe logre sostenerla pero pareció que el movimiento la había despertado pues al encontrarse en mis brazos abrió sus pequeños y brillantes ojos negros.

— Tiene tus ojos, Kakashi...

No podía despegar mi mirada de la de ella, no podía creerlo.

— Bienvenida al mundo mi querida Sarada —dije sonriendo de alegría.

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Sus dedos sostenían con fuerza la hoja arrugada.

No lo entendía.

Para evitar ser descubiertos por su caligrafía en el papel habían letras recortadas de periódicos y revistas que formaban lo que parecía ser una advertencia.

"No importa lo bien que los Uchiha han tratado de esconderte, te hemos encontrado Sarada, hija de Sasuke Uchiha."

Hace algunas mañanas la carta había llegado hasta su buzón.

Normalmente la menor de la casa era quien iba por el correo al buzón, pero esa mañana fue especial y Kakashi decidió hacerlo, por suerte había sido él pues no se imaginaba que pudo haber pasado si su hija hubiera sido la que encontrara aquella nota.

La carta iba dirigida a su hija, él pensó que se trataba de aquel chico que parecía pretenderla, decidió abrirla para saber si el chico era adecuado o no, pero jamas pensó que se trataba de otro tipo de mensaje.

¿Hija de Sasuke? ¿Era posible?
¿Por qué la buscaban?

Los pitidos del auto interrumpieron sus pensamientos.

Abrió uno de los cajones de su escritorio y guardó la carta en una pequeña caja fuerte que tenía escondida.

Nuevamente los pitidos del auto se escucharon.

Apresurado salió de la oficina que tenía en casa y camino hasta la cochera donde ya lo esperaban arriba del auto.

— ¿Por qué tardaste tanto papá? Te estaba esperando... —Sarada se veía emocionada, a sus cortos 17 años habían pocas ocasiones en las que se le permitía conducir.

Kakashi notó la emoción en su hija y olvidó por un instante la tensa situación que, hasta ahora, estaba pasando en soledad.

— Lo lamento, estaba con unas cosas del trabajo, pero eso no importa, hay que irnos ya o no llegaremos a tiempo...

— Da igual, estoy mas sana que una lechuga...

Lo único que emocionaba a la pelinegra era poder conducir, la cita con el médico le resultaba absurdo.