unXavi. "Encierro". One-Shot

Encierro

No podía ver nada, ansiaba que llegara esa maldita, al menos para ver algo de la luz del pasillo. El aire acá es tan espeso, no soporto la cantidad inmensa de polvo, me da una horrible sensación de ahogo. Eso mismo. Me ahogo, mis pensamientos me sofocan, no puedo dormir de la angustia que me da el estar acá encerrado, ni siquiera sé cuántos días pasaron. Cinco o seis capaz. No tengo idea.

Estuve las primeras horas intentando digerir lo que había pasado. Iba caminando, salí de mi casa después de un directo, fue divertido, intente colgar unas luces LED en mi cuarto. Sin darme cuenta, dos personas me comenzaron a golpear varias veces con algún objeto que nunca supe que fué, me pusieron una bolsa en la cabeza y me metieron en una camioneta.

Todo el camino golpee la puerta del vehículo, intentando abrirla sin éxito, gritaba muy fuerte pero el ruido no pareció advertir a nadie.

Al detenerse la camioneta, estaba preparado para correr, al momento que abrieran la puerta saldría disparado a donde sea, lucharia con todas mis fuerzas y me iría lejos de ellos. Nada de eso pasó, nadie abrió, escuchaba a dos personas hablando fuera pero no logré entender lo que decían. Lo último que recuerdo es sentir un olor extraño en la atmósfera, y luego todo se volvió negro.

-¡Buenos días unXavi!- veía como se abría la puerta oxidada desde arriba, dejando entrar la luz, ella cargaba una bandeja de desayuno con una taza y unas Don Satur. Bajó las escaleras dirigiéndose a mi con su tipica sonrisa.

-Buenos días...Tita.

-Que bueno que estás despierto, porque tengo varias cosas que contarte.

Se sentó a mi lado, corrió las cadenas que amarraban mis manos y apoyo la bandeja en el piso.

-¡Cumplí el reto de las setenta y dos horas! No sabes la cantidad de gente que estuvo, hubo varios que se quedaron hasta el final del directo. Estoy re feliz amigo.

-Me alegro.

-Mira que tan feliz estoy, que te traje unas Monster para después del desayuno. Consideralo un "te perdono" por haberme golpeado el otro día.

Saco las dos latas del bolsillo de su buzo, no dijo nada más y se dispuso a irse. Al ver que subía las escaleras entre en pánico.

-¡Tita! Pará.

Ella se volteo, confundida, me miró y movió la cabeza hacia arriba rápidamente, seguido de un gesto con sus dedos de: "¿Que querés?".

-Me...¿Me dejarías la puerta abierta? No resisto estar tan a oscuras.

-Ja. Cagonsito me saliste ¿he? Está bien. Hasta que llegue Erny te la dejo abierta. Y nada de gritos, ya sabes que nadie te escucha.

-Gracias.

Aún no podia creer que Tita me haya traicionado de esa forma, y mucho menos que sería capaz de hacer algo tan horrible. ¿Con que necesidad? Si estábamos tan bien. ¿Por qué tuvo que resultar ser una psicópata?

No parecía tener intenciones sexuales conmigo, desde que llegué y me encerró en este sotano no me ha tocado un pelo, me ha seguido tratando bien, cómo si nada hubiera pasado, como si el haberme secuestrado fuera algo cotidiano, algo común entre amigos. Me consume la incertidumbre, no sé que quiere de mi, no sé si me estarán buscando, ¿qué pasara con Naomi? La extraño mucho, me importa muy poco lo que me haga en tanto Naomi esté bien, por eso siempre le insisto en saber de ella, pero se niega a darme detalles. Se limita a decir cosas como: "todo está bien", "ahora estás mejor". No comprendo nada, si sigo así voy a volverme loco.

Mi mente siguió torturándome, hasta que algo puso mis sentidos en estado de alerta. Un fuerte golpe que provenía de arriba llamó mi atención. Escuché a Tita gritar.