🪶CAPÍTULO 50: Reina de luz, rey de oscuridad🪶

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El reloj marco las 8:00 p.m. y la cuidad seguía en total silencio, a excepción del sonido de tic tac que provocaba las manecillas del reloj en la enfermería, en donde Ariel cuidaba de Calix.

Ante el sonido de la puerta ser abierta, dirigió su atención a ella, viendo entrar al rey hada, quien llevaba una charola de comida.

—Te he traído algo de comer, no has probado bocado desde ayer —murmuro, dejando la charola sobre la mesa de metal.

—¿Cuándo piensas decirlo? —preguntó—. Cuando piensa decir ‹‹te lo dije››.

Matis se acercó a él y coloco su mano en el hombre del chico.

—No la diré —expone—. Todos cometemos errores Ariel. Tu error fue no escucharme, y el mío no detenerte —mira a Calix y Mariza, quienes duerme tranquilamente—. Quizá no lo hice porque al fondo de mi quería que fueras por ellas.

—Muchos seres murieron por mi culpa.

—Sí —dice de acuerdo—, pero no toda la culpa es tuya, ellos quisieron unirse, conociendo los riesgos, así que no te culpes demasiado, y si te sirve de consuelo, recuerda que estamos en guerra, y si no morían en esa pequeña batalla, morirían en el primer ataque a la ciudad.

Sus palabras lo hicieron mirar hacia la ventana, la cual mostraba a la distancia unas densas nubes negras aproximándose a la ciudad.

—Cada vez están más cerca —murmuro.

El rey hada dejo viajar su mirada a la ventana.

—Parece que es consciente que la mitad de su alma está en Calix, y por ello se mantiene cerca, para lograr obtenerla —menciona.

—¿A que conclusión han llegado los arcángeles? —pregunta Ariel, al faltar a la reunión por cuidar de Calix.

—No hay registro, o información en la que se puedan basar para explicar la situación, pero la naturaleza cree que se puede deber a que porto dos veces el alma, quizá la primera vez fue brindada, pero la segunda fue la elección del alma habitar en Calix, y por ello la mitad se negó a abandonarla, incluso sospecha que, si reencarnara por tercera vez, el alma dejaría de pertenecer a luzbel.

—Pero los arcángeles jamás permitirían que reencarnara una tercera vez —expuso.

—Y aunque pudiera hacerlo, necesitaría la parte que porta lucifer, la cual no sería fácil de conseguir, tomando en cuenta que Calix pierde fuerza mientras Lucifer este más cerca.

—Eso es porque, aunque la mitad del alma se aferra a Calix, reconoce quien fue su primer dueño —dijo la naturaleza, entrando a la habitación—. Creo que deberían ir a tomar tu posesión, no tardan en llegar, yo me encargo de Calix.

🪶🪶🪶

Semyazza contemplaba desde el balcón la neblina que se aproximaba a la ciudad, con un arma en su mano, preparado para su llegada, como el resto de los seres que rodeaban la ciudad, resguardándola.

—Es bastante inteligente, ¿no?, utilizara la luna a su favor —dijo Samael, recargada en la puerta con su arma.

—Nada de esto hubiera ocurrido si no fuera por ti —murmuro el grogori.

—Hasta donde recuerdo, todos tenemos algo de culpa en esto —expuso, colocándose a su lado.

Semyazza lo volteo a ver.

—Envenenaste el alma de Calix por la oscuridad.

—No, quien lo hizo fue Olegario. Pero no se trata de quien fue el villano, porque no existe tal cosa, todos cometimos errores, nos cejamos por el poder y dolor, incluso Azul como Calix los cometieron, y eso fue lo que nos llevó a este punto. Sirviéndole en charola de plata una oportunidad a alguien que es capaz de terminar con todo lo que conocemos.

Mi Secreto: Entre Luz y Tinieblas. (Libro III) ⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora